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domingo, 13 de diciembre de 2015

Primera crítica a las primeras críticas

Entre los defectos del gobierno saliente -que aunque no lo puedan creer, los tenía- hago un aparte para su carencia de la suficiente autocrítica, pues me recordó de algún modo a la que también faltó en los finales del alfonsinismo (esa que Jaroslavsky pedía que no pase de autocrítica a autopsia).  El recuerdo puede venir por tanto que se insistió con que la llegada de Macri sería volver a los 90, asunto bastante discutible si pensamos que el riojano tenía un Senado de mayoría justicialista y el gobierno actual... también. Como sea, en aquellos tiempos se retiraba un gobierno progresista que había postulado para sucederlo a un moderado con el que no estaba del todo de acuerdo, y cuya campaña no podía tener una claridad contundente desde el momento en que debía ser la continuidad y a la vez su modificación. La maldición Angeloz debió cargarla ahora Scioli. Y con la leche derramada del resultado electoral adverso, se inicia la crítica al vencedor y a sus electores, procrastinando una autocrítica honesta cuya utilidad en beneficio propio es tapada por el ego herido.  

La ansiedad por atacar al nuevo gobierno fue tal, que cuando asumió Macri ya se venía criticando su gestión desde el día en que lo eligió la mitad más uno (con perdón de los bosteros, o no, ya que su carrera se inició siendo presidente de Boca). Todas esas medidas nefastas que se subían diariamente a FB, quedaban como falsas o del gobierno saliente al ver a Mauricio tomar el bastón de mando. Primer error táctico del militante de FB vuelto oposición. La falta de chances para comprar dólares en la web de la AFIP durante el primer tercio kirchnerista de diciembre, que se siga descontando Ganancias al salario del trabajador como durante el gobierno K, eran ataques de tipo suicida. Y denunciar que Macri no cumple sus promesas en el primer minuto es tarea para algún elector frustrado, no para quienes no lo votamos. Si sabemos todo lo malo que trae... ¿no es mejor esperar el puntazo justo en el punto débil, que ocultar nosotros mismos cada defecto real del nuevo gobierno entre una multitud de quejas caprichosas?

Como antes, como con 678, el kirchnerismo se fue cerrando para hablarse a sí mismo, para convencerse entre compañeros de lo bueno propio y lo malo ajeno. Desde la transversalidad de Néstor (necesitado de apoyo tras asumir con menos votos que Menem, lo cual ya indicaba un volumen de gente que extrañaba los 90, aunque sólo fuera por añorar su juventud) hasta la posición del testudo romano de su viuda, se fue desistiendo en la búsqueda de modos de convencer al otro, ese que es la patria, y se invitó a que lo intenten los opositores, permitiendo que "hagan su partido y ganen las elecciones". Continuar esta actitud ahora, después de ver para colmo su fracaso, no es redituable. Y se supone que el FpV actúa "para la victoria". 

* * * 

Mientras Macri se dirigía del Congreso a la Casa Rosada ya aparecía la segunda crítica torpe a su gobierno aún no iniciado, por parte de la CM de la excuenta oficial de Casa Rosada: el auto en que se dirigía tenía deudas. Claro que siendo el gobierno nacional quien ponía el vehículo, fueron contraídas por la gestión saliente. Entonces la denuncia fue borrada, porque lo que estaba mal, deja de estar mal si lo hacen los míos. 

Otra denuncia que está circulando dice que la web de Casa Rosada incluye a dictadores en su cronología de expresidentes. La pose correctamente política lleva a esto: declararnos partidarios de la memoria siempre que se tape la historia. Pero el colmo de criticar que un listado de presidentes incluya presidentes de facto (presidentes al fin) es que sea un defecto recién ahora, cuando la web no fue tocada todavía por la nueva gestión, y cuando puede verse que sus archivos permanecen inalterados desde el año 2008. Entonces ¿lo criticamos porque está mal, o porque creemos que es obra de Macri? Si vamos a la web oficial del gobierno brasilero, veremos que ellos tampoco borran del recuerdo a los villanos. ¿Y es acaso el PT brasilero una forma de macrismo? No. ¿Qué hubiera sucedido en el kirchnerismo si era Macri quien convertía en feriados fechas del Proceso como el 23 de marzo o el 2 de abril? ¿Protestaríamos con el "¡NADA QUE FESTEJAR!" que provoca la vapuleada conmemoración del nacimiento de una raza mestiza? Lo aceptemos o no, cuando el gol con la mano está bien o mal según lo realice nuestra selección o la ajena, ya se cayó en el ridículo. 

 También hay dirigentes del FpV favoreciendo poco y nada un crecimiento del 49% de los argentinos que no buscamos este gobierno. Cerruti y Wado de Pedro critican por ejemplo a ciertos funcionarios por los parientes que tienen (sí, por sus familiares, como quien quema al hijo de la bruja) confiados en nuestro olvido de su defensa a Milani, cuyas sombras eran propias. Y podríamos seguir, pero esto recién empieza. Lo peor es que realmente hay cosas que criticar del presente (contraer una deuda de 8.000 millones, entre otras) y quedan tapadas por protestas de forma, contra actitudes a las cuales no se es opción si también se las tuvo desde el poder esta docena de años. Para ser opción hay que ser distinto, y para vencer hay que tener toda la lucidez que hoy es bloqueada por el resentimiento. El infantil truco de sacar frases de contexto, de enlazar a noticias falsas de medios que sólo leen los propios, de capturar pantallas de muros reaccionarios como si representaran al 51% del país, de responder al delito achacado a un exfuncionario con "ustedes también" no me parece el mejor camino.  

 Dudo que postear esta reflexión personal (que, como las lentejas, la tomas o la dejas) me evite seguir sorprendiéndome con muros de amigos cristinistas que caen en la pesadez que tenían antes los caceroleros más acérrimos, imitándoles la efervecencia, o con muros ya oficialistas que justifiquen todo con la ceguera que le achacaban a los retirados. Por lo pronto, el cambio de gobierno ayuda a conocer más a esos amigos, a los que ahora ya vimos tanto de oficialistas como de opositores. El precio es ser acusado de gris por no optar entre blanco y negro (cual hincha de Racing condenado por no ser de River ni de Boca), y de tibio, como si el vaso "medio lleno, medio vacío" comunicara con eso su temperatura. Pero querido: si los que ganaron son boludos, y te molesta que la izquierda te diga que "son lo mismo"... evitar la boludez es un buen comienzo para encontrar el camino de vuelta.