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viernes, 30 de julio de 2010

La última carta de Favaloro (fragmentos)

Si se lee mi carta de renuncia a la Cleveland Clinic, está claro que mi regreso a la Argentina (después de haber alcanzado un lugar destacado en la cirugía cardiovascular) se debió a mi eterno compromiso con mi patria. Nunca perdí mis raíces. Volví para trabajar en docencia, investigación y asistencia médica. La primera etapa en el Sanatorio Güemes, demostró que inmediatamente organizamos la residencia en cardiología y cirugía cardiovascular, además de cursos de post grado a todos los niveles. Le dimos importancia también a la investigación clínica en donde participaron la mayoría de los miembros de nuestro grupo. En lo asistencial exigimos de entrada un número de camas para los indigentes. Así, cientos de pacientes fueron operados sin cargo alguno. La mayoría de nuestros pacientes provenían de las obras sociales. El sanatorio tenía contrato con las más importantes de aquel entonces.
(...)
Nos hemos negado sistemáticamente a quebrar los lineamientos éticos, como consecuencia, jamás dimos un solo peso de retorno. Así, obras sociales de envergadura no mandaron ni mandan sus pacientes al Instituto. ¡Lo que tendría que narrar de las innumerables entrevistas con los sindicalistas de turno! Manga de corruptos que viven a costa de los obreros y coimean fundamentalmente con el dinero de las obras sociales que corresponde a la atención médica.
(...)
El que quiera negar que todo esto es cierto, que acepte que rija en la Argentina el principio fundamental de la libre elección del médico, que terminaría con los acomodados de turno. Lo mismo ocurre con los pacientes privados (incluyendo los de la medicina prepaga) el médico que envía a estos pacientes por el famoso ana-ana, sabe, espera, recibir una jugosa participación del cirujano. Hace muchísimos años debo escuchar aquello de que Favaloro no opera más! ¿De dónde proviene este infundio?. Muy simple: el paciente es estudiado. Conclusión, su cardiólogo le dice que debe ser operado. El paciente acepta y expresa sus deseos de que yo lo opere. "Pero cómo ¿usted no sabe que Favaloro no opera hace tiempo? Yo le voy a recomendar un cirujano de real valor, no se preocupe". El cirujano 'de real valor' además de su capacidad profesional retornará al cardiólogo mandante un 50% de los honorarios!
(...)
Es indudable que ser honesto, en esta sociedad corrupta tiene su precio. A la corta o a la larga te lo hacen pagar. La mayoría del tiempo me siento solo. En aquella carta de renuncia a la C. Clinic, le decía al Dr. Effen que sabía de antemano que iba a tener que luchar y le recordaba que Don Quijote era español! Sin duda la lucha ha sido muy desigual. El proyecto de la Fundación tambalea y empieza a resquebrajarse. Hemos tenido varias reuniones, y mis colaboradores más cercanos, algunos de ellos compañeros de lucha desde nuestro recordado Colegio Nacional de La Plata, me aconsejan que para salvar a la Fundación debemos incorporarnos al 'sistema'. Sí al retorno, sí al ana-ana. "Pondremos gente a organizar todo". Hay 'especialistas' que saben como hacerlo. "Debés dar un paso al costado. Aclararemos que vos no sabés nada, que no estás enterado". "Debés comprenderlo si querés salvar a la Fundación"... ¡Quién va a creer que yo no estoy enterado! En este momento y a esta edad terminar con los principios éticos que recibí de mis padres, mis maestros y profesores me resulta extremadamente difícil. No puedo cambiar, prefiero desaparecer.
(...)
A mi familia en particular a mis queridos sobrinos, a mis colaboradores, a mis amigos, recuerden que llegué a los 77 años. No aflojen, tienen la obligación de seguir luchando por lo menos hasta alcanzar la misma edad, que no es poco.
Una vez más reitero la obligación de cremarme inmediatamente sin perder tiempo y tirar mis cenizas en los montes cercanos a Jacinto Arauz, allá en La Pampa. Queda terminantemente prohibido realizar ceremonias religiosas o civiles.
Un abrazo a todos

Dr. RENÉ FAVALORO
(29 de julio de 2000)

miércoles, 28 de julio de 2010

Las vacaciones de la pedagogía

¿NO JUEGUES?
Llegando las vacaciones escolares, los maestros tuvieron la brillante idea de evitárselas al alumnado dejándoles suficiente cantidad de tareas como para tenerlos bien ocupados durante las dos semanas que deberían durar las que NO resultaron vacaciones para los escolares. Nada de Feria del Libro Infantil, Rural, Teatros, paseos ni todas las actividades que suelen publicitarse para estas fechas. La razón de impedir que los niños tengan vacaciones durante las vacaciones no me la han sabido explicar de un modo convincente, ni este año ni el pasado, cuando al reintegrarse mis hijas al ciclo lectivo sin ningún descanso reparador, ni siquiera les pidieron las tareas, igualando como siempre para abajo al que estudió, al que se copió el último día de quien estudió, y al que no hizo nada.
Q
ué lindo.
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¿NO ESTUDIES?
Por si fuera poco, en el caso de la que está en el último grado del nivel primario, las autoridades de la escuela pública donde ella estudia nos dejaron claro que rechazan que sus alumnos intenten ingresar a un colegio secundario público de nivel, como el Nacional o el Pellegrini. No importan 7 años con el mejor boletín ni que la decisión haya sido de la propia interesada. Ni que -seguramente- si en el futuro egresa de esos colegios y es "alguien", esta escuela remarque orgullosa haber sido la que le enseñó a escribir (cosa que -dicho sea de paso- ya hacía perfectamente antes de primer grado). Un argumento de la directora llegó a ser que ella presionó a su hijo para que sea contador, y él le salió artista. Otro, menos personal, es que "no es bueno que el chico se frustre" al no aprobar el ingreso.
Qué interesante.
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¿NO CREZCAS?
Para empezar: ¿qué pasa si uno presiona al hijo para que sea artista, y él insiste en ser contador? Yo buscaba entre colegios del barrio cuando mi hija trajo a casa la idea de ir a uno del que se enteró en la misma escuela; y más que presión, en casa tuvo y tiene apoyo. Por otro lado... ¿debo decirle que para no frustrarse con las derrotas, renuncie a las victorias y no emprenda ninguna batalla? ¿Qué clase de madurez se alcanza sin curtirse? ¿No es mayor caída apostar a la caída? Intentar no es un error, y bien que le está yendo bien con el intento. Allí estarán los padres cuando la primer batalla termine del modo en que sea: en su mismo bando. Ajenos al prejuicio ajeno. Acompañando su propio camino desde sus primeros pasos, hasta que se aleje sola o nos acompañe en los últimos nuestros.
Qué joder.

lunes, 26 de julio de 2010

Tabú

La palabra "tabú" viene de la Polinesia y significa lo "prohibido". Es también el nombre de un programa del canal NatGeo cuyos afiches se ven por Buenos Aires con la cara de algún hombre, tatuado o travestido. Dos prácticas reducibles a una: la de vivir concentrados en trabajar nuestra imagen visual. Y en definitiva, algo que ya hace años ha perdido en la metrópoli su carácter de "prohibido" para ser a veces incluso "promovido". No nos engañemos: si algo está prohibido, entonces está entre aquello que NO vemos. Si lo superficial es la norma, rebelde sería -por ejemplo- filosofar.
El "sistema" comunica desde sus obras, más precisamente desde su obra de comunicar, aquello que le resulta relevante. Lo que no quiera que se trate, no lo tratará, y lo que no trate será porque no quiera tratarlo. Allí debería apuntar nuestro ojo suicida de gato curioso para indagar temas prohibidos. Que muchas veces no son "temas" sino enfoques: otros modos de ver lo mismo, desde ángulos donde no pondrán ninguna cámara. Sólo la pondrían allí por fuerza mayor, e intencionadamente mal. Pero mientras tanto, lo importante será que el público atienda al circo montado y no genere esa "fuerza mayor". El modo de canalizar nuestra morbosa curiosidad cuando se agote de las novedades de siempre, es hacerle saber (creer) a ella que lo que está afuera de nuestras anteojeras virtuales es determinada cosa preestablecida por el mismo sistema. Algo así como aquél libro prohibido que leían a escondidas los rebeldes de la sociedad en la novela "1984", y que había sido escrito por la Inteligencia del propio gobierno...
Y es que si el camino del rebaño es el que siga el rebaño, no habrá más desvíos que los individuales. Si el caballo gritará ¡censura! cuando le pongan anteojeras, se las sacaremos... para ir llevándolo con la fuerza de seducción de un sabroso terrón de azúcar, hacia el mismo sitio al que lo pensábamos llevar antes. Eso sí: él creerá que su sendero lo toma libremente, por decisión propia. Es iluso creer que se extingan los pastores, dirigentes y machos alfa. Sólo cambian sus formas y renuevan sus estrategias.
Lo que la sociedad considera prohibido unánimemente, es pues, un espejismo, una distracción, un "plan B", la organización del Jardín con un árbol cuyo fruto no debe comerse para que -soñando su sabor- no comamos lo que ni siquiera imaginamos comestible. Salga usted a preguntar un tema tabú y posiblemente lo primero que le respondan sea "el sexo". Prenda después la TV de su casa, y con o sin zapping dígame cuánto tardará éste en aparecer. ¿Cómo podría ser "lo escondido" aquello que más se expone?
Recuerdo cuando llegó la moda de la transgresión a la TV: llegado un punto, todo lo era, lo cual es bastante contradictorio. La mayoría de las radios de hoy pronuncian "malas palabras", y si una no lo hiciera, sería justamente esa la distinta al resto. Estos son nuestros tiempos. El opio es la religión de los pueblos, y lo menos común es la normalidad.
Paren pues las antenas. Todo "informe especial" es incompleto. Todo conflicto aparente entre dos posturas, tiene varias más. Toda sorpresa política, tuvo un largo período de gestación durante el cual miramos hacia otro lado. Nuestras libres elecciones entre canales de un mismo grupo económico, no lo son tanto. No se crece igual en un hogar que veía "La Aventura del Hombre" o "La Argentina secreta" que en otro al cual la TV abierta sólo le ofrece Ricardo Fort. No todos los integrantes de la casa tienen control sobre el control. Y mientras se pelean por tenerlo, otro cuenta la plata por habérselos vendido.

viernes, 23 de julio de 2010

El globo rojo

Vimos el globo rojo del supermercado Disco... y claro: vimos la de los teléfonos ídem. Claro, digo. Pero rojo. Y la bola de Coca-bola, perdón, Coca-Cola. Y ya empiezan a circular más círculos la circunstancia circundante. Hasta que de pronto, las pelotas coloradas son también las que no quisiera... ¡un poco de originalidad, señores!
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¿Qué tendrán de atractivo? ¿Acaso funcionan como un pezón en nuestra mente de ex-lactantes? ¿Acaso así lo piensan los diseñadores de logos? Un verdadero peligro: querría decir que vivimos bajo la amenaza de que alguien apriete el botón rojo y empiecen a cruzarse misiles nucleares hasta terminar con el mundo... y todo porque el mandamás de una potencia (o un empleado de limpieza) tuvo un segundo de tentación.
En fin. Yo sólo quiero recordar otro globo rojo: la película francesa Le ballon rouge (1956) de Albert Lamorisse, que para disfrutar este fin de semana les dejo aquí completa: sólo dura 34 minutos de pura poesía. Si bien no está doblada, prácticamente no tiene diálogos y se entiende perfectamente cual cine mudo. Esta obra inspiró a su vez al largometraje "Le voyage du ballon rouge" (2007) que protagonizara Juliette Binoche en el papel de la madre de un niño al que sigue un globo rojo...
A mí también me siguen. Y me quedo con este que vi de niño, antes de que el tiempo pareciera querer reventármelo.
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miércoles, 21 de julio de 2010

Dejá, gracias, no me defiendas...

Cuando reina la ignorancia, se tiene razón sólo de casualidad. Uno espera que del debate brote la luz, y que una reunión de variadas inteligencias determine la conveniencia de un o de un no en algún tema específico, sopesando motivos, analizando viabilidades y calculando daños colaterales... pero no siempre es así. Es de esperar que en un juicio las partes enfrentadas aspiren a la victoria antes que al acuerdo (y a cualquiera de ambos antes que a la justicia misma), y lo mismo pasa en la guerra. Y cuando son malos nuestros defensores, suele ser aplicable aquello de que "con amigos así, quién necesita enemigos". En una Legislatura en cambio "los representantes del pueblo de la nación" deberían estar "reunidos en congreso" simplemente "con el objeto de"... (inserte aquí razones como las del preámbulo de la Constitución). Sería otro accionar, algo así como el amor bien entendido... y no como el usual que vuelve a remitirnos a los abogados...
Nos acostumbramos al "ustedes contra nosotros", la fórmula cobarde del brabucón, del perro que ladra por miedo, como temiendo que al quitar ese "tra" resultemos heridos. Y así va el país al frente, con la vanguardia y la retaguardia mutuamente recelosas y apuntándose entre sí. Y desde luego que existe la quinta columna, el infiltrado, pero sus argumentos están hechos de mentiras, por lo que necesariamente tendrán un lado débil donde atacar si somos inteligentes. Claro, esa es la condición. El problema es cuando, teniendo la verdad de nuestro lado, defendemos nuestra postura con los más flojos disparates, desperdiciando el mejor arsenal.
Así se baja el nivel de la discusión, y un debate potencialmente interesante se vuelve mediocre. Más allá del resultado. No escuchar al "adversario", no escuchar lo que uno mismo está diciendo (para notar -al menos- si no era mejor guardar silencio), guiarse por lealtades corporativas como empleados sin ideas propias, hablar sólo porque la cámara está prendida y nos escucha el electorado, y hablar para autosatisfacernos con nuestro discurso más que para convencer al resto... es realmente todo muy triste.
Es un tema general más allá de si me inspira algún hecho reciente, pero reconozco que la coyuntura abunda en ejemplos. Cuando se debatía el matrimonio gay (al cual apoyo) se escucharon auténticas estupideces... ¡en ambos bandos! Lo mismo ocurre a veces con otros temas no menos serios (aborto, ecología, etc), donde en vez de convencer al diferente para triunfar, u "horadarlo" al menos en su convicción (o incluso informarlo, honestamente), sólo se busca tenerla más larga, gritarle más fuerte, desvanecer al perro y no su rabia.
El colmo llega cuando alguien, convencido de tener razón, ya no quiere oír a nadie y se entrega a la violencia. Muchas veces, asumiendo unilateralmente la representatividad de un pueblo que no lo eligió. Pueden llegar al poder o no, e incluso pueden no obtener otro resultado que el de engordar anticuerpos aún más dañinos. Una bomba en un cajero puede apuntar contra el Capitalismo, pero la que cae herida es la muchacha que pasaba cerca (y la verdad, que si era por joder al Banco, era más fácil y efectivo echarle mostaza a la ranura o romper una cerradura, porque para lo otro están asegurados). En el sur, otra bomba mató a un barrendero y estamos en la misma: un grupo iluminado quiso hacer justicia por un caso que está en la Justicia, y no hicieron más justicia que la criticada Justicia. En vez de cambiar la realidad, el resultado es otro velorio más entre la gente humilde.
Nuestro primer enemigo es la ignorancia. La del Macho alfa y la del juvenil que quiere retarlo. Ellos no se dan cuenta, pero sólo repiten la historia de sus antecesores. Y siempre la ligamos los mismos. Los barrenderos de este zoológico.

lunes, 19 de julio de 2010

Doble Nelson

Este domingo frío y lluvioso me quedé en casa: al mediodía vi la película Invictus, que transcurre durante el primer gobierno negro de Sudáfrica, a la tarde leí Le Monde Diplomatique que este mes incluyó una nota de Alain Gresh sobre Mandela, y a la noche descubrí que el dirigente africano estaba cumpliendo 92 años, todo el mismo día. Triple coincidencia con la que recuerdo también que, ahora que los periodistas del mundo abandonaron Sudáfrica, es de sospechar que allí -aunque no lo veamos y aunque usted no lo crea- siga la vida...
Pero quiero volver sobre algunos hechos pasados y algunas actitudes presentes. Así como Gandhi fue una molestia en tiempos en que empezaba a plasmar la causa nacional desde su Partido del Congreso, el líder del Congreso Nacional Africano (ANC) lo era décadas atrás. Y ambos terminaron, años después de sufrir prisiones y llegar al gobierno, santificados por el cine de Hollywood. Pero los nativos de las ex-colonias no eran bien vistos cuando no pasaba por ellos hacer buenos negocios. Por esto, como quien cuenta lo que oyó en la radio, o lee en la misma el diario, o lo presta (si no es ilegal)... quiero compartir alguna información de la citada nota que no tienen tanto que ver con Mandela en sí, como con la visión que de él ha tenido y fomentado Occidente.
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El ANC era aliado del PC sudafricano y recibía apoyo material de la Unión Soviética. Muchos dirigentes fueron formados en Moscú y Hanoi. Tras la masacre del 21/3/1960, este partido hasta entonces dialoguista decidió volcarse a la lucha armada tras entender que los blancos jamás cederían poder a las mayorías negras. Hubieron sabotajes e incluso bombas en bares. Mandela fue detenido en 1962. En 1975 Cuba intervino en el limítrofe país de Angola contra fuerzas de Pretoria, y en 1988 obtuvo una victoria que para Mandela representó "un giro decisivo en la liberación de nuestro continente y de nuestro pueblo". Hacía un par de años que ya recibía propuestas de liberación, condicionadas porque renuncie unilateralmente a la violencia, cosa que rechazaba. En sus Memorias escribirá: "Es siempre el opresor y no el oprimido quien determina la forma de la lucha. Si el opresor utiliza la violencia, el oprimido no tiene otra opción que responder con la violencia". De hecho, las movilizaciones populares y las sanciones internacionales serán los hechos "violentos" que por fin acabarán con el Apartheid. En 1991 Mandela recibirá a Fidel Castro como invitado de honor al asumir el poder tras las primeras elecciones democráticas del país. Otros países, los más poderosos, habían estado del lado equivocado por temor al comunismo.
Los EEUU de Ronald Reagan tomaban a la Sudáfrica racista como parte de su mundo occidental, la habían apoyado en Angola, colaboraban con los servicios secretos y desalentaban una "democracia no racial". Curiosamente, el país que bloquea a Cuba desde hace tantos lustros, rechazaba en este caso las sanciones porque perjudicarían a la población. El Congreso condenó el Apartheid recién en el último año de Reagan y a pesar del Ejecutivo, que apoyaba materialmente a los afganos contra el marxismo (a los mismos que años después les provocarían tantos dolores de cabeza) mientras condenaba por terroristas al ANC y la OLP dirigidas por dos futuros premios Nobel.
El Reino Unido no quiso saber nada con el ANC hasta que Mandela ya estaba libre. En 1987 Margaret Thatcher se opuso a las sanciones al gobierno racista, mientras unos afiches de la agrupación estudiantil de su partido conservador decían "¡Cuelguen a Nelson Mandela y a todos los terroristas del ANC! Son unos carniceros". Las poco creíbles disculpas llegaron en febrero. De este año. El 2010.
Israel suministró armas y ayuda para el programa militar nuclear y de misiles. En 1975 Shimon Peres (hoy Jefe de estado) firmó un acuerdo de seguridad siendo ministro de Defensa, y al año siguiente se recibió con honores en Israel al primer ministro sudafricano, ex-simpatizante nazi. Los responsables de sendos servicios secretos se reunían periódicamente para coordinar la lucha contra el terrorismo del ANC y la OLP.
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Hoy Mandela es un viejo sabio querido en todo el mundo, y sus antiguos enemigos pueden vender sus remeras como han hecho con la efigie de un Che ya muerto. No les interesa que se sepa más del ídolo que los acosó en vida y -sobre todo- no les interesa que se sepa más de ellos mismos.
Gandhi o Guevara tuvieron peor final. Y sin embargo, los tres parecen tener uno muy parecido.

viernes, 16 de julio de 2010

Si yo fuera... (una consigna)

Una consigna puede ser un trozo de frase a partir del cual completarla como querramos; algo que en Twitter se llamaría hashtag y cuyos usuarios a menudo pueden estilar por mero espíritu lúdico. Un ejemplo entre infinitos, y que guía al post de hoy, puede ser -por caso- poner frases con "Si yo fuera". A continuación, 25 que se me ocurrieron tras perder la vergüenza...
  1. Si yo fuera invisible, antes que entrar a vestuarios, entraría a casas de gobierno...
  2. Si yo fuera vos… no sos vos, soy yo.
  3. Si yo fuera memorioso... esteeee...
  4. Si yo fuera Noé, salvaba a los unicornios azules.
  5. Si yo fuera sopapa... es que en mi otra vida fui hijodeputa.
  6. Si yo fuera mi otro yo… diría algo parecido.
  7. Si yo fuera minifalda, analizaría más mi interior.
  8. Si yo fuera Magallanes, en las Filipinas hacía bajar a otro.
  9. Si yo fuera uña, creería en la reencarnación.
  10. Si yo fuera guillotina, no dejo títere con cabeza.
  11. Si yo fuera vaca no quisiera ir a un asado.
  12. Si yo fuera rico... dubidubi dubidubi dubidubi dubiduú
  13. Si yo fuera australiano, pondría "if I were".
  14. Si yo fuera más bruto, pondría "si yo sería".
  15. Si yo fuera esquimal, no sabría que lo que preciso es un buen mate.
  16. Si yo fuera supositorio, en la farmacia me aterraría pensar quién va a comprarme. Aunque el clonazepam del estante de al lado me diga que me relaje.
  17. Si yo fuera a consumir algo que me de vuelta, quedaría al derecho.
  18. Si yo fuera el gran bonete, culparía a la madre del borrego.
  19. Si yo fuera supercalifragilísticoespialidoso... eeeeh... no sé: me dirían Cacho para abreviar.
  20. Si yo fuera oso hormiguero, me calentarían las osas hormigueras. O diría que soy una osa hormiguera atrapada en el cuerpo de un oso hormiguero.
  21. Si yo fuera pájaro, preferiría estar con los otros noventaynueve, volando.
  22. Si yo fuera manzana, usaría un moño azul.
  23. Si yo fuera farero, seguro que no me llega el Wi-fi por 5oo metros.
  24. Si yo fuera GAY se me hubieran burlado toda la primaria y secundaria por semejante apellido.
  25. Si yo fuera tímido... ay no, mejor no te lo digo.
Dejo los comentarios abiertos a cualquiera que se les ocurra escribir. Veamos si podemos extender el desafío al territorio del blog.

miércoles, 14 de julio de 2010

Ciencia y Religión

Entre las noticias desatendidas de la crónica diaria, a veces hay algunas que, además de informar un dato en sí, ayudan a pensar otras cuestiones. Es el caso del siguiente par...
  • Los Frailecillos: Un GPS en sus patas da cuenta de que estas aves se sumergen y alejan de la costa menos de lo que se suponía hasta hoy.
  • La edad de la Tierra: Parece ser 70.000.000 de años más joven de lo que se creía hasta ahora.
Es tan natural que pasa desapercibido: la ciencia se permite a sí misma esas correcciones sobre la marcha, siempre y cuando sea el propio método científico quien corrija lo que antes parecía cierto. Conste que no hablo de los científicos (gente entre la cual existen necios, corruptos, pedantes, etc, como humanos que son) sino de la ciencia. Ella intenta observar la realidad, y cuanto más descubra, mejor.
Mucho le debe a otros científicos anteriores, como a los árabes de España cuando todavía no los echaba la fe católica. Ellos no temían investigar, pues consideraban que todo cuanto se pueda descubrir no haría más que mostrar la grandeza de la Creación. Más maravillas vemos, más admirable es Dios. Otro será luego el pensamiento de la Inquisición.
El saber religioso de hoy, no comparte con la ciencia un mismo método. Ya trae verdades reveladas. La edad de la Tierra, por ejemplo, no puede modificarse de un día para el otro. No siempre fue así: la palabra "ojalá" con la que modestamente aceptamos nuestras limitaciones viene del árabe "law sha'a Allah" ("si Dios quisiera") con la que aquellos científicos peninsulares se desprendían de cualquier omnipotencia propia. Pero así como la ciencia puede vencer a la larga a los científicos, más cuesta arriba se le hace a la religión vencer a los religiosos. Entre éstos también existen los necios, corruptos, prepotentes, etc. Así los sucesores del rabino que sólo mandaba amar persiguieron al prójimo desacatado, en nombre (y ausencia) de aquél. Si Jesús dijo que nuestros pelos están contados (sin dictaminar una cifra), nunca faltará quien decrete después la cantidad exacta, olvidando si aquello fue dicho para hablar de otra cosa más importante... y olvidada.
Las diferencias de los métodos son paradigmáticas, despegan desde distintos portaaviones. Sus conclusiones pueden semejarse pero se diferencian tanto como los verbos descubrir e inventar. Ambas sin embargo intentan vencer la incertidumbre, requiriendo en un caso cierta actitud moral, y dictaminando en el otro cuál es la moral. Y otra moral, material y visceral, trasciende desde los humanos que recorren ambos territorios, pues no son diferentes. Cuando se intentó pasar como restos de una nueva especie de homínido la unión de un cráneo humano con una quijada de gorila, la misma ciencia dio por tierra la trampa. Otras trampas aún no se descubren y gozan del éxito, pero las herramientas para poder descubrirlas existen. Dentro de la religión el juego es distinto, es más conveniente una vertical que una horizontal, y las cosas son como son, porque primero está la Fe. Y tampoco falta quien en su nombre distorsione las cosas en nombre de la "noble causa", aunque el hecho contradiga la ética propuesta desde las palabras. Ejemplo: este imperdible video.
Ahora bien: religión y ciencia no son sólo instituciones. Cuando diferenciamos modos de pensamiento en tanto formas de encarar al mundo que nos rodea, estamos observando procederes que pueden asemejarse bastante a nuestros actos. Un ateo convencido de que el martes 13 trae mala suerte o temeroso de nombrar algo porque su mención trae mala suerte, es un religioso mal que le pese. En este aspecto, la tensión es más habitual e ingobernable de lo que vemos. El llamado "sentido común" suele ser más religioso que científico. La "opinión pública" también cae en esas arbitrariedades según el sistema de creencias mayoritario. Aunque un referéndum o una ley estatal dictamine que yo puedo elegir de qué especie animal soy, la realidad escapará a nuestras verdades.
Cuando la ciencia oficial y la religión concordaban en considerar que el sol giraba al rededor de la Tierra, aún así, las cosas eran como eran pese a nosotros. Podemos equivocarnos. Sólo deberíamos aceptarlo y posibilitarnos el corregirnos una y mil veces.

lunes, 12 de julio de 2010

Juana Azurduy

Juana Azurduy nació hace 230 años en la actual Bolivia, cuando Tupac Katari sitiaba La Paz (entonces Chuquiago) junto a su esposa la comandante Bartolina Sisa, en sintonía con el levantamiento de Tupac Amaru II. Todos ellos serían vencidos, torturados, asesinados y descuartizados al año siguiente. Pero algunos de los infantes que combatieron a este movimiento independentista de los pueblos aborígenes, años después participarían en las nuevas gestas libertadoras al lado de los nativos. Uno de ellos sería para entonces el marido de Juana, Manuel Padilla, cuyo final fue como el de aquellos caudillos: con su cabeza en la punta de una pica.
Educada en un convento del que sería echada, dominaba tres idiomas: español, quichua y aymará. De sangre mestiza, lectora de Sor Juana y de autores revolucionarios, se casó con su amigo Manuel, quien luego participó en Chuquisaca de la revolución del 25 de mayo de 1809. Desde entonces, todo sería pelear. Manuel ponía en práctica junto a Güemes la guerra de guerrillas, y Juana se preparaba para participar ella también. En 1813 su figura empieza a crecer en la toma de Potosí, y desde entonces los indios la identificarán con la Pachamama, y otras mujeres se sumarán a su hueste de amazonas.
Nuestra historia es extraña. Tras las famosas derrotas de Vilcapugio y Ayohuma acompañando a Belgrano, vendrán sus olvidadas victorias de Tarvita y Pomabamba en 1814. Sus cuatro hijos morirán también ese año. Pero Juana sigue combatiendo, aún embarazada de su quinta hija. En 1816 en El Villar arrebatará ella misma la bandera al enemigo en combate, pero también ese año será asesinado Padilla. Juana jura continuar la lucha de su marido, y lo hará ascendida a Teniente Coronel a instancias de quien además le regalara su espada: el General Belgrano.
Juana Azurduy une su lucha a la de Güemes, no sin antes recuperar ella misma con su indios la cabeza de su marido, que el enemigo exhibía para escarnio. Pero los malos tiempos nunca se acaban: Buenos Aires se mira el ombligo y no envía todos los refuerzos que San Martín y Belgrano pedían para el Norte. San Martín debe movilizarse por el otro lado de la cordillera para poder vencer, y de éste lado quedan una centena de caudillos defendiendo con su paisanada la Patria: casi todos esos líderes serán vencidos, en las armas y en la memoria, y entre ellos muere Güemes. Juana se hunde en la depresión.
Los años han pasado. Juana Azurduy ya no tiene ni siquiera para regresar a su hogar. El gobierno recién en 1825 le da una mano: 4 mulas y 5 pesos. Parece una burla. Así vuelve a su casa, y allí la visitará un día Bolívar, su admirador, quien le dice que el nuevo país independizado de España y de Buenos Aires no debería llamarse como él sino con el apellido Padilla. Juana Azurduy Padilla recibirá una pensión de Sucre, pero el gobierno siguiente se la quitará, ya atento a los "recortes de gastos" que se harán costumbre en las gestiones americanas. En la pobreza, Juana morirá con 82 años, un 25 de mayo.
Sus restos serán arrojados a una fosa común.
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(En 1971 en la película "Güemes, la tierra en armas" el papel de Juana
es interpretado por Mercedes Sosa, fallecida el año pasado y nacida en
el Norte -como nuestra independencia- un 9 de julio en Tucumán).

viernes, 9 de julio de 2010

A vencer o ganar

La edición 2010 del Premio Oblogo Hipotecario nos vuelve a tener entre los finalistas, y el voto del e-lectorado es fundamental para alcanzar la ganancia monetaria que ofrece. No es que Seleccione quiera influir en sus elecciones dentro de las selecciones de posts que hay para que se seleccione algo de las selecciones finalistas de esas elecciones... qué va. Ud sólo seleccione el blog cuyo nombre ahora tenga en la cabeza y listo.
El año pasado, nuestra entrada sobre los Yámanas estuvo entre las diez más votadas gracias a muchos de ustedes, pero no fue suficiente para alzarnos con el botín. Quien lo ganara no participa ahora, pero aún así no es fácil el tema pues esta vez participamos con tres posts distintos, lo cual dispersa el voto. Pero me cuesta recomendar centrarnos en uno, ya que los quiero a los tres. Ellos son:
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Oblogo 29) Güemes apeado. VOTAR
Oblogo 31) Regalando ideas. VOTAR
Oblogo 38) Maradona: la mano del hombre. VOTAR
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APELO A VUESTRO VOTO.
Más aún: también a vuestra campaña, de ser posible.

Juremos con gloria perder...
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Ahora, otro tema. No, el día de la independencia no. Vengo tocando el tema seguido. Otro orden de cosas. Si bien últimamente rompí la rutina de postear dos juegos mensuales, no han habido quejas. Paralelamente, Google subió un Pacman hace poco y salieron a contar la productividad perdida. Al final, los ricos saben perder menos que los pobres. Y hablando de perder y de juegos flash... cerramos el Mundial de Sudáfrica con la siguiente posibilidad de salir ganando al fútbol desde nuestra silla. Los comandos son las flechas del cursor y las teclas X, C y V.
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Que gane el mejor. Y si no, que ganemos nosotros el premio, y que el mundial lo gane algún país de Europa occidental con salida al mar, que nunca antes haya sido campeón del mundo.
Será Justicia.

miércoles, 7 de julio de 2010

Ucronías: Qué hubiera pasado si...

En estos días escuché en la radio, en la calle y en el trabajo, varias voces alzadas asegurando que lo que debió hacer Maradona fue tal o cual cosa, y que tal jugador es así y que tal equipo es asá. Se suma a otras opiniones sentencias habituales que solemos proferir en las ciudades argentinas sobre lo que debe hacerse con cada problema político, del área que fuera y sepamos o no del tema. Habiendo jugado todos alguna vez a la pelota sin mérito para entrar a las inferiores de la Sociedad de Fomento barrial, nos ponemos en Directores Técnicos como esos críticos de arte que nunca pudieron hacer arte pero sí afectar a artistas. Para colmo, el más convincente opinador del rubro político puede llegar un día a ser legislador, y la historia se repetirá: quienes le dimos ese lugar lo criticaremos desde afuera, y él legislará sobre temas que no domina, aunque asesorado... por sobrinos, secretarias bonitas o gente a la que debía favores. ¿No ven? Ya estoy criticando.
Curiosamente, en el fútbol el fenómeno es más notable, tanto, que nunca se nos ocurre empezar a tomar nota y exponerlo cada semana: gente que abre la boca para decir cómo es cada equipo, quién va a romperl... ganar al otro, cómo juega cada cual, qué deberían hacer. Unos días después ninguno de los polemistas ganó el Prode, pero no importa: se minimiza el error más grosero de los pasados vaticinios propios, se refriega al adversario sus desaciertos, y ambos explican que lo que pasó es que no entró Fulano o sobraba Mengano. Acto seguido, está claro que todos sabemos como nadie de fútbol y con total inmunidad volvemos a aventurar pronósticos. Ahora bien ¿si entraba Fulano y no estaba Mengano, iba a pasar entonces sí lo que decíamos?
Llegado ese punto, el no poder ser rebatidos por sucesos no sucedidos sólo parece demostrar la irrefutabilidad de nuestras verdades. Es una trampa. Si no hubieran cobrado los goles en off-side del Mundial, si se hubiera cobrado aquél que entró y no fue visto... claro: sería otra la historia. Pero sólo tenemos ésta. Así como la Utopía de Tomás Moro describía un lugar inexistente, las ucronías tratan sucesos que están afuera del tiempo real, de éste, el que tenemos y no nos suelta. Ya el cine jugó alguna vez a imaginar un mundo donde Hitler había ganado la guerra; la revista Barcelona también escribió otras ucronías locales, y la TV muestra cómo sería el mundo actual con dinosaurios. Yo mismo a veces quise soñar qué hubiera pasado con nuestro país si...
  1. Tupac Amarú II no era vencido y asesinado.
  2. Liniers no era fusilado.
  3. Artigas "vencía" a los porteños.
  4. Urquiza no regalaba la batalla de Pavón a Mitre.
  5. Se cuidaba lo nuestro desde el vamos (cultura, medio ambiente, etc).
Las ucronías significan un buen ejercicio de ficción que podemos permitirnos para vitalizar nuestra imaginación y -secundariamente- nuestro criterio. Pero a veces son bastardeadas por un toqueteo al paso que sólo busca justificar nuestra inconformidad por hechos ante los cuales no hacemos nada, pues la solución nos queda más cómoda en el pasado. En esos casos, siempre es mejor pensar qué pasaría si...
Si sigo por este camino. O si lo cambio. Y por cuál.

lunes, 5 de julio de 2010

No todo está perdido

Y se terminó el Mundial... ¡Ah, no! ¿Sigue? Bueno, no importa. Ahora que gane Uruguay que es nuestro vecino, y si no España, que es nuestra madre (aunque lo neguemos cada Octubre), y si no Holanda, que nunca fue campeón, y si no Alemania, que nos haría sentir moralmente segundos. La cosa es que los hombres de las hinchadas unidas ya pueden volver a matarse entre ellos por un River-Boca, y algunas mujeres que conozco pueden dejar de mirar fútbol hasta el 2014. La normalidad vuelve sospechosamente rápido si es ella quien reglamenta sus excepciones. Y acá termina el chiste.
Sábado. Criaturas en edad escolar sufren por TV la derrota del arco argentino. Pero cuando todo pasó... ¿qué canal vamos a poner? En canal Encuentro, Gieco y Santaolalla presentan ese tesoro llamado “De Ushuaia a La Quiaca”: material con gente de patria adentro, chicos de escuelas tucumanas cantando al son de cajas, abuelas bailando zambas. En Disney Channel en cambio, el producto juvenil de turno subraya los objetivos consumistas a los que debe apuntar el burgués de clase media (que a duras penas si paga el cable) para lucirlos en forma de ropas, celulares, peinados, palabras, gustos... y de música fabricada ad-hoc unos continentes más arriba. ¿Quién ganará, a minutos de que todo pareciera celeste y blanco?
Entre los chicos gana lo que gana entre los mayores: consumir. Consumir lo gringo, y consumir porque es de gringos consumir. El póster de la carilinda estrella angloparlante de turno, nunca mayor que un empleado de McDonalds, esa empresa donde nadie parece jubilarse. El ritual ya lo hacían sus responsables tiempo atrás, con láminas ahora amarillentas y chinches ya oxidadas. Esos que hoy se miran al espejo buscando qué hacer para no quedar fuera del "nosotros" juvenil. Como hace algunas decenas de generaciones, cuando los penates protegían en cada casa nuestras pertenencias, los actuales ídolos protegen nuestra pertenencia. Al rebaño.
Si después de esforzarse por ser como todos, el púber sufre que nadie le ame como a un ser único... ya es tema para otro post. Acá se trata de otras constantes menos eternas y -apenas- bicentenarias: De si un mundial de fútbol es el reconocimiento a las respectivas "patrias" en tanto madres, hermanos, lugar y pensamiento propio... y con todas ellas, un intercambio de diferencias congeniables gracias al deporte... O si en un mundo globalizado desde arriba, es sólo la orden de la directora universal para formarse cada grado en su sitio, coleccionar figuritas y no quedar nadie marginado de los temas comunes durante el recreo... en nuestras fábricas y empresas.
Cuatro pelotazos dentro de un arco sudafricano ¿qué son entonces? ¿Qué hubiéramos ganado realmente, para todo lo que debemos? ¿Qué es lo que perdimos, si lo fundamental nunca cambió? No todo. La gente recibiendo al seleccionado (como aquellas Leonas que festejaban su segundo puesto) también hacen a nuestro modo de ser. Tener más directores técnicos que jugadores. La espontaneidad del 17 de octubre peronista o del velorio de Alfonsín. Lo que nos critica el adversario, lo que nos enorgullece, lo que nos autodestruye, lo que nos salva. La idiosincrasia que se desprende del Facundo o el Martín Fierro al retratar acciones (porque nuestro accionar jamás seguiría a un libro). Todo un universo de caracteres que definirirían fronteras aún si no las hubiera, dejándonos del mismo lado. Tantas cosas son las que nos hacen seguir siendo nosotros aún ya sin vuvuzelas... Ser mentalmente una colonia, dependiente, por elección propia. No querer reconocerlo.
Y un día del futuro (¿un 9 de julio?), decidirse al cambio.