Taxonomía para dummies

Ante numerosos elementos desordenados, solemos agruparlos (en los hechos ó mentalmente) según algunas de sus características. Si son seres vivos podemos hacerlo instintivamente por color, tamaño, forma, etc... pero en el mundo científico, la taxonomía nuclea un sistema natural de clasificación, consensuado mundialmente y creado por Linneo, unos siglos atrás.
Partiendo de que cuanto sepamos de algo se sostendrá poco si no le sabemos ni el nombre... a sus 24 años Carlos ya intentaba organizar este embrollo, en pos de un diploma que justifique a su familia el que sea médico y no cura. Como un árbol genealógico, observó tres reinos: animal, vegetal y mineral, de cuyos troncos salen ramas llamadas filos, de las que brotan clases que a su vez se abren en órdenes subdivisibles en familias integradas por géneros que forman especies. Y en este extremo, cada una tiene su "nombre científico" formado por dos palabras, donde la primera señala el género, y la restante lo "especifica". Así, una misma especie tiene una misma nomenclatura en todo el mundo, más allá de cómo se llame en cada barrio, o de que más de una especie compartan un mismo nombre (kiwi, por ejemplo).

En el caso de la vaca, el nombre científico de su especie es Bos taurus. Siempre se escribe en itálica, y en minúscula salvo la primera letra del género, que como vimos es Bos (el mismo de cebúes y yaks). Dicho género pertenece a la familia Bovidae: todas las familias de animales terminan en "dae", y ninguna otra categoría más. Cambiándola por la sílaba "dos" y "esdrujulizando" el término, podemos "castellanizarlo"... (bóvidos). En los vegetales, la terminación habitual de las familias es "ceae" (españolizado: "áceas"). Volviendo a la vaca, llamamos a su ganado "bovino" porque "bovinae" es la sub-familia... Siempre son factibles sub-ramas, en cada ítem, así como hay sub-especies y razas.

Pero sigamos: La familia Bovidae pertenece al orden Artiodactyla, así como otras que incluyen a jirafas, hipopótamos, llamas, cerdos y otros cuadrúpedos habituados a apoyar su pata sobre dos dedos. En el mundo de las aves, los órdenes acaban todos en "forme". En Argentina, la mitad de las especies emplumadas pertenecen a uno de sus 24 órdenes: el passeriforme. Por algo, a aves como el ñandú no les queda bien llamarlos "pajaritos"... Pero volvamos a los artiodáctilos: éstos pertenecen a la clase Mammalia (mamíferos), los que a su vez -en tanto vertebrados- son del filo Chordata. Y vos también, claro, además de servir al reino animal.

Hoy, la genética no ha alterado mucho nuestra taxonomía. Los reinos vivos ya son varios más que dos, y de pronto vemos que nuestros oscuros jotes, aves carroñeras de cabeza pelada, son menos parientes de los buitres del viejo mundo que de las cigüeñas... Virtudes de la ciencia, que se permite la autocorrección constante a diferencia de las verdades reveladas. Ahora bien... ¿venía a algo en especial este post? No. O sí; tal vez como futura fuente de consulta. O dato curioso. O intento de descorrer ciertas cortinas por las que algunas cosas nos parecen inaccesibles siendo sencillas. O que cuando vi ese libro de "Programación neurolingüística para dummies" se me disparó una idea. Y no llegué a atraparla.

Así que vamos al juego de hoy: el archifamoso "Cuatro en línea". Deben quedar 4 fichas rojas seguidas, sea en forma horizontal, vertical o diagonal. El contrario intentará lo mismo con las azules, y ambos tirarán de a una por vez, intercaladamente, sus fichas desde lo alto. Porque el juego es anterior a la era digital, y acá la Ley de Gravedad se cumple.

Ahora decime: ¿Qué libro "para principiantes" está faltando en tu casa? ¿Se te ocurre algún título "para dummies"?