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domingo, 22 de diciembre de 2013

Diciembre y los demonios


En un país sin tradición democrática, que transcurran 30 años sin gobiernos militares es tanto un logro celebrable como una posible señal de que la democracia ya podría ir siendo una tradición. Puede debatirse cuánto se come, se cura y se educa, pero no hay otro sistema que permita siquiera debatirlo como éste, cuya imperfección pasa por no amputarnos nuestra responsabilidad sobre el destino de un país que inventamos a diario nosotros, humanos imperfectos. Podríamos estar mejor. Podríamos estar peor. Como siempre.
Un 10 de diciembre, Día Universal de los Derechos Humanos, fue el elegido para su asunción por el doctor Raúl Alfonsín (cofundador en 1975 de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos), tras ganar las elecciones de 1983 con la mitad más dos de los votos, cerrando el ciclo de los dictadores que alardeaban de ser ellos mismos "derechos y humanos", y cuyo juzgamiento sin precedente inició el nuevo gobierno apenas asumido. Sin embargo, el llamado "Juicio a las Juntas" no dejaba fuera del alcance de la justicia a los principales responsables de otras organizaciones de diferente composición y aspiraciones pero similar espíritu militar y vocación salvadora. La visión común aún no era la de buenos contra malos sin terceros en concordia. El pueblo que en los '80 acababa de sobrevivir a la locura criminal, se consideraba mayoritariamente enemigo de toda violencia. La maldad de un Videla no santificaba a un Firmenich. Así empezaba la democracia, como una primavera donde el color vencía al blanco o negro, mientras queríamos que brotase la paz.
Si nos ubicamos en 1975, cuando fue creada la APDH, había un gobierno democrático, pese a lo cual la paz social parecía ausente entre incontables atentados de las extremas armadas, en medio de las cuales se podía morir por ser un pibe que tuvo la mala suerte de salir sorteado en la colimba y estar en Formosa durante un ataque montonero, como por estar en la mira de la anticomunista Triple A por el pecado de leer a Marx. Dos grupos armados organizados militarmente, dos "demonios", entre una mayoría de ciudadanos sin armas que sólo querían estudiar, trabajar, armar una familia o disfrutar un partido de fútbol, y entre los cuales también había quienes querían participar de la vida cívica sin violencia, los cuales eran pues mirados bajo sospecha por ambos extremos. Allí estaban los defensores de los DDHH en ese entonces, cuando estas siglas eran desconocidas (cuando no menospreciadas) por casi todos.
En esa situación el gobierno justicialista decretó la orden de aniquilamiento de la subversión, y posteriormente su espacio de Poder quedaría del todo en manos de la que fuera la "joven oficialidad peronista", golpe de estado mediante. Pero la violencia que supuestamente sería erradicada alcanzó así su máximo de poder y crueldad, a cargo de unas Fuerzas Armadas que hacía años venían siendo instruídas para esto. La dictadura militar evitó la justicia, porque la única paz que anhelaba era la de los cementerios. El infierno del período recordado como "El Proceso" quedó dolorosamente retratado en el imprescindible libro "Nunca Más", que la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas creada por Alfonsín en su primera semana de gobierno legase a las generaciones venideras. La tortura y desaparición de miles de personas secuestradas por el Estado había sucedido mientras buena parte de la sociedad se entretenía frente a la TV (y querían estudiar, trabajar, armar una familia o disfrutar un partido de fútbol), ajena a la real dimensión de la tragedia.
Con los años, algo hacía ruido sin embargo en el simplismo de la teoría de los dos demonios. Básicamente, porque no es lo mismo que te golpee un agresor cualquiera a que lo haga el Estado que supuestamente está para protegerte. Ese sería un punto importante del contrato social descrito por Rousseau: para evitar la injusticia de que el fuerte someta a los débiles, éstos crean un monstruo mayor (el Estado) que los proteja de los fuertes. Pero cuando es el mismo Estado quien ataca a la sociedad y se alía al fuerte para darnos por la cabeza, estamos en un caso de injusticia que supera por lejos la elemental del villano atacando al inocente. No es igual el mismo crimen cuando es cometido por el gobierno, porque su responsabilidad es mayor.
Hoy, como siempre, pasadas algunas décadas y renovadas las generaciones, del pasado se sabe menos por haberlo vivido que por leerlo desde la actual graduación de nuestros cristales, a veces ajustada por nuestros oculistas de confianza. Como si entender la visión del otro implicase estar de su lado, se juzga desde el aquí y ahora la mentalidad de un conquistador lejano en el tiempo o de una marroquí lejana en el espacio. Para colmo, sin más información que la poca que queremos. Así, cuando nos es tan oportuno como al Poder al que le somos oportunos nosotros, podemos incluso invertir la naturaleza de lo que fuera, señalándolo como querramos y sin saber la trampa de nuestra re-nominación, como inocentes verdugos involuntarios. De este modo, por ejemplo, podemos hallar gente que cree que el error de la teoría de los dos demonios fue no caer en el maniqueísmo, no tomar partido entre blanco y negro para vomitar esos colores condenados bajo el cargo de tibios grises. 
Más aún, si un medio opositor y un medio oficialista cometen el mismo proselitismo tendencioso y son señalados en su parecido, parecería que el pecado es no sólo no elegir a uno de ambos como verdad indiscutible y al otro como enemigo imperdonable, sino que incluso dicha tercera postura (o cuarta, quinta, etc) es ligada a la demonizada teoría de los dos demonios desde una absurda inversión de argumentos: como el gobierno actual juega a ser el de los vencidos entonces, lo malo es la mentira del medio privado de la señora Noble, y lo bueno es la noble mentira del medio estatal. Para ser lo opuesto de aquello que criticamos, damos un giro de 360 grados. A veces incluso, informamos replicando la metodología que señalamos como principal defecto del enemigo demonizado.
Entre todos los simplismos que supone reducir manuales a panfletos, nuestra historia acumula olvidos en nombre de la memoria, distorsiones en nombre de la verdad, e interesantes conflictos intelectuales a la hora de analizar nuevas tradiciones como el saqueo navideño, la justificación del destrozo de una hinchada de fútbol, el encumbramiento de un denunciado exprocesista especializado en inteligencia, y otras contradicciones que nuestra primitiva visión en blanco y negro se esfuerza en explicar a voz en cuello pero sin diálogo, único demonio del necio. Y así terminamos el año, acumulando más sucesos tachados que digeridos, con 30 años de democracia, pero a sólo 12 del último golpe de Estado.


martes, 19 de noviembre de 2013

Reír llorando

Viendo a Garrik —actor de la Inglaterra—
el pueblo al aplaudirlo le decía:
«Eres el más gracioso de la tierra
y el más feliz...»
                          Y el cómico reía.
.
Víctimas del spleen*, los altos lores,
en sus noches más negras y pesadas,
iban a ver al rey de los actores
y cambiaban su spleen en carcajadas.
.
Una vez, ante un médico famoso,
llegóse un hombre de mirar sombrío:
«Sufro —le dijo—, un mal tan espantoso
como esta palidez del rostro mío.
.
»Nada me causa encanto ni atractivo;
no me importan mi nombre ni mi suerte
en un eterno spleen muriendo vivo,
y es mi única ilusión, la de la muerte».
.
—Viajad y os distraeréis.
                                      — ¡Tanto he viajado!
—Las lecturas buscad.
                                      —¡Tanto he leído!
—Que os ame una mujer.
                                      —¡Si soy amado!
—¡Un título adquirid!
                                      —¡Noble he nacido!
.
—¿Pobre seréis quizá?
                                      —Tengo riquezas
—¿De lisonjas gustáis?
                                      —¡Tantas escucho!
—¿Que tenéis de familia?
                                      —Mis tristezas
—¿Vais a los cementerios?
                                      —Mucho... mucho...
.
—¿De vuestra vida actual, tenéis testigos?
—Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.
.
—Me deja —agrega el médico— perplejo
vuestro mal y no debo acobardaros;
Tomad hoy por receta este consejo:
sólo viendo a Garrik, podréis curaros.
.
—¿A Garrik?
                     —Sí, a Garrik... La más remisa
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve, muere de risa:
tiene una gracia artística asombrosa.
.
—¿Y a mí, me hará reír?
                                       —¡Ah!, sí, os lo juro,
él sí y nadie más que él; mas... ¿qué os inquieta?
—Así —dijo el enfermo— no me curo;
¡Yo soy Garrik!... Cambiadme la receta.
.
                        * * *
.
¡Cuántos hay que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio! 

.
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora,
el alma gime cuando el rostro ríe!

.
Si se muere la fe, si huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma,
un relámpago triste: la sonrisa.

.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que las vidas son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto
y también a llorar con carcajadas.


Juan de Dios Peza
(México, 1852-1910)
*(Spleen: Tedio, vacío existencial, angustia inexplicable, melancolía.)

sábado, 16 de noviembre de 2013

Espectacular

Después de sus polémicas declaraciones sobre Hitler, Durán Barba dijo que la palabra "espectacular" en su país no tiene connotación positiva, así que le acepté la disculpa respondiéndole: "Bárbaro".
Se enojó. 
.
Quisiera hacer un post despolitizado -aunque eso no evitaría que el lector lo estuviera- para centrarme en los caprichos del lenguaje. Porque lo otro sería muy fácil y ya lo hicieron unos cuantos que (como yo) nunca votaron ni votarían a Macri (bah, cuántos creían en los '80 que nunca votarían a peronistas y el siglo XXI los encontró unidos... Aún así, sostengo que de esa agua amarilla nunca he de beber). Ya pasé la etapa del fiscal para el cual decir que Stalin gustaba de la poesía es apoyar sus fusilamientos. También la de recortar la historia para dejar el discurso correcto y tachar lo incómodo, antigua práctica que no sé si por vintage hoy está tan de moda. Con recordar que el ecuatoriano es un publicista me basta, como aquellos que en 1987 hicieron este comercial de Folha de Sâo Paulo que podía verse en "el show del Clío". Y si es nazi, que le den una patada y ya (en sentido figurado, no quiero ser denunciado por incitar a la violencia, es como hablamos acá), aunque hace pocos días la peor derecha tenía sus listas en el cuarto oscuro sin escándalo y -por suerte- casi sin votos.
A lo que realmente quería apuntar es al significado de las palabras según la región, pero no para elaborar una tesis, sino apenas para señalar esta curiosidad reuniendo ejemplos. Ese caso es el que supimos estos días: según la Real Academia Española, espectacular es algo ostentoso, desmedido, exagerado, con caracteres propios de espectáculo público. El significado vulgar argentino no figura, aunque no significa que no exista y que aquí se lo lea como sinónimo de admirable. Pero la RAE definitivamente no lo liga a la grositud, palabra que tampoco figura porque no la pusieron los muy papafritas, que tampoco tienen papafrita.
La primera analogía que me vino a la memoria con todo esto es levemente obscena, y es el recuerdo de un viaje a Brasil donde, para pedir una pizza, pronuncié "pisa" en vez de "pitsa"... Desde entonces, nunca más olvidé esa T cuando hay doble zeta. Al ser un idioma tan similar al nuestro, el portugués es por eso mismo muy proclive a confusiones, como mínimo ortográficas (hay palabras iguales que cambian b por v), y por eso, abunda en ejemplos de chascos lingüísticos: si pedimos literalmente un "vaso" en vez de decir "copo", es esperable que el interlocutor piense en un "vaso sanitário", es decir, un inodoro. 
Otro interesante caso es el que se narra en el blog del Dr. Soler y diferencia dos palabras más: resulta que "exquisito" en portugués es algo raro tirando a feo, por ejemplo una casa extraña de mal gusto es "exquisita", pero no necesariamente "espantosa", pues este vocablo señalaría algo admirable, asombroso, maravilloso. O sea espectacular, en argentino. De igual modo, saludar con un "encantado" en Italia tampoco es educado: "incantato" significa encantado pero en el sentido de "embrujado", por lo cual, estaríamos acusando a la otra persona de practicar las magias ocultas.
Levantar el mentón, que para nosotros podría ser un gesto de "mirá vos", para el interlocutor griego puede significar "Y a vos qué te pasa que te rompo todo hijo de mil..." en una traducción no muy literal. Y ni hablar si no sabemos entonar el francés con toda precisión: cuando mi primo en París quiso agradecer la amabilidad de una lugareña, creyendo decir "merci beaucoup" pronunció "merci, beau cul"... o sea, gracias, hermoso culo. La reacción de la joven francesa debe haber sido parecida a la que recibí de una argentina (y volvemos a las confusiones en el propio idioma) cuando chocándonos al cruzar una calle por mirar hacia el auto que venía lejos, me salió un espontáneo "¡opa!" en el sentido de "epa" u "opalalá", y me respondió un "¡Estúpido!" que no daba margen a dudas.
También las españolas de Azúcar Moreno pasaron un mal momento años ha, cuando salieron a un escenario porteño y el público gritaba "Que las tiren a la hinchada". Hasta entender que era nuestro modo salvaje de decirles bellas y no un civilizado pedido de ser arrojadas fuera de allí, los minutos les fueron eternos.
En definitiva, de lo que no queda duda alguna, es que a la hora de comunicarnos, somos unos tipos bárbaros.


miércoles, 13 de noviembre de 2013

Juventud perdida

En estos días, de un modo u otro, la juventud fue noticia. Justin Bieber, que venía a trabajar de sí mismo, se dedicó a la parranda y dejó esperando a muchas de sus defraudadas fans. Nosotros aprendimos la palabra beliebers y las pudimos ver llorando desesperadas por el ídolo que el Mercado les sirvió con algún tipo de mosca en el plato. En Europa en tanto, Miley Cyrus, otra estrella fabricada por Disney y en etapa de hacerse la transgresora (como si hacerlo hoy fuera novedoso) recibió un premio a no sé qué mérito fumando un porro, siendo noticia allá por si acaso no interesaba lo que era noticia acá. Este chico aquí y esa chica allá. Cubrimos todos los frentes, ahora recaudemos.
En el asombro por la multitud de muchachitas desesperadas por alguien que baila mientras canta algo profundo como un "baby baby" y sin llegar nunca yo a entenderlas, me sorprendió también el lugar desde el cual eran criticadas en más de un caso. Sin siquiera notarse la misoginia tácita de la actitud, la burla hacia el patetismo de su euforia venía de gente que considera en cambio natural y comprensible la locura desbocada del hincha de fútbol gritándole a un televisor o matándose por los colores de una camiseta. La viril racionalidad del crimen por una bandera siempre fue más aceptada que el descontrol de una masa de muchachas en celo, algo mucho más aterrador.
La historia escrita suele estar protagonizada por personajes que descollan en la multitud, pero hoy los fans son más noticia y la multitud más negocio (o sea, son motor de la historia, desde que el mercado echó a los dioses del templo, tal como veremos en estas fiestas), y hasta la actitud rebelde del joven es mera mercancía: por algo hoy podemos vender las amonestaciones escolares del quinceañero Lennon. Sin embargo, no sería menos cierto decir que aquellos descollaron por estar en los manuales, en vez de al revés. Ahora mismo hay otros jóvenes haciendo algo distinto, pero sin tanta prensa del mundo adulto. Y hasta el mundo adulto se pierde la noticia, pues la prensa, las usinas, siguen en manos de pocos. Pocos que hacen la historia pero anónimamente, pues les basta el poder. Pero aunque no sean primera plana, quitando la maleza de la futilidad, los hechos están.
Y a estos jóvenes, y a los que hacen escándalo en un país no por ser Justin Bieber de gira, sino por haber ido a defender el Ártico, y a los millones de pibes que estudian, que son solidarios, o que intentan sobrevivir con su ingenio sacando luz de la basura hasta que los cerebros diplomados los llaman como si estuvieran haciendo lo mismo... ¿cuánta atención les prestamos? ¿Acaso en nuestro sistema no se intentará cajonear sus proyectos porque son la verdadera transgresión
Mientras tanto, sigamos llevando niños a las productoras de talento para vivir de ellos, o busquemos púberes cantando en You Tube y ubiquémoslos en el mejor lugar del circo romano, que es el centro de la arena (porque ya no hay gladiadores pero hay artistas), disfrutemos cómo se desangran, cómo van cayendo, y levantemos el pulgar en forma de póster si se destruyeron a los 27 años o bajemos el dedo decepcionados si en la vejez dejan de saltar a piscinas desde balcones para engordar curados de nosotros.
La vejez. Pero la del alma, la de los brazos caídos: he ahí la juventud, perdida.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Canillita

Si me remonto a la mitad de mi vida, ya había dejado ese trabajo para entonces. Y aún así, todavía me siento aludido cuando llega el Día del Canillita. Por más que hoy no sea mío. Será que revivo aquellos años en que comenzaba la democracia y se alejaba la adolescencia, o daba mis primeros pasos en eso de hacer mis primeros pesos. Será que añoro incluso el despertar a las 4 de la mañana, desayunar en silencio para que duerman otros, sacudirle el hombro al sol para que amanezca y salir a pedalear mientras empezaban a cantar los zorzales, de plumas rojizas como esos primeros rayos de sol que se saludaban con los rayos de mi bicicleta. 
Hoy no podría armar un diario en forma de proyectil como en aquellos tiempos, y mucho menos acertarle al balcón correcto desde la calle y en movimiento. El primero de mis superpoderes inútiles desapareció con el tiempo, sin que logre reemplazarlo por otro. En cambio, nunca desarrollé el que tantos tienen para saber cuándo una mujer está interesada en uno: otra hubiera sido mi historia de haber entendido la intención de aquella vecina que salía a recibirme en camisón, cuando su marido acababa de partir hacia el trabajo. O no.
Finalizado el reparto, en el kiosco me esperaba su dueño con mate y facturas. Y ella también me esperaba: la lectura. Mis revistas preferidas venían de editoriales como Columba o La Urraca: leía Hum®, D'Artagnan, Fierro, y todas sus publicaciones hermanas. También estaban las historietas en "formato Patorucito" cuyo editor nunca me aprendí. Por algún defecto de nacimiento, agarraba muy poco las revistas de chimentos, esas sin cuya información hoy sería inimaginable mantener conversaciones. Leía Todo es Historia, Muy Interesante y cuanta publicación política hubiera: crecí leyendo desde el periódico comunista Qué pasa al ultraderechoso Cabildo pasando por todos los puntos intermedios, entre los cuales ubicaba a la revista de los mismos que terminarían tomando La Tablada. 
Si no aparecían clientes, vendía diarios entre los vehículos atrapados por la barrera, incluyendo el interior de algún colectivo. Cuando venía gente al kiosco, había más tiempo para escuchar sus comentarios. Bajo su techo escuché por primera vez a alguien culpar a un gobierno de la lluvia. También llovía cuando debí enseñarle a mi sucesor el oficio: errando a la bajada de cordón por la que había subido yo de memoria (tapada por la inundación del momento), volcó la bici del reparto y hubo que rescatar los diarios empapados en la correntada.
Un día llegó un trabajo con mejor paga y peor trato, y lo tomé, como corresponde a una persona madura. Al menos tenía la misma cláusula verbal que mi contrato de canillita: permitirme dos meses de vacaciones mientras dejara a un reemplazante trabajando y cobrando como si fuera yo. Durante esos meses, me iba con la mochila a recorrer el continente. Pucha si caminaron mis canillas flacas. 
Pero esa ya es otra historia.

jueves, 10 de octubre de 2013

El viaje

En el trabajo me hicieron hacer un viaje largo.
Pero claro, el placer de encajármelo se les desvaneció al ver que agarraba un libro para el viaje. Hubieran preferido una queja, no que venga preparado para pasar placenteramente estas eventualidades.
Así que uno de estos "compañeros" saltó automáticamente a mostrarme que él tiene una tablet, y que en la tablet tiene netflix, y que ve películas, porque es exitoso tal como muestra que tenga cosas más nuevas y caras. Le dije que en el taxi no hay wi-fi y me fui. Ya en el taxi, me sumergí en el disfrute de Chesterton.
En el trabajo me hicieron hacer un viaje largo.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Así compone tuits @JuanchiBaleiron

(link al tweet original en cada botón delantero)

Mi mujer me caga a pedos y  yo: "Si Mi Sol". No puedo evitarlo... soy músico... 
Berlusconi tenía unas inusuales ganas de ir a visitar la tumba de Sai Baba en Puttapharti hasta que le mostraron cómo se escribía.
Cuando me preguntan sobre poesía griega antigua, sanateo un poco y safo.
"Alto bondi" (un Wachiturro paseando por Londres)
 Te doy hasta el infinito y masa yá !!!
Ciertas mujeres en lugar de tatuajes tribales en la baja espada, deberían tener tatuado teléfonos de pizzerías y de algún radiotaxi.
En general, los "hijos de puta" son silenciosos, cautos e informados. Pero "los pelotudos" son ruidosos, atropellados y no saben nada.
—¿Sabés si Dios existe? —Mi religión no me lo permite.
"Metele que son ranqueles" (Roca dando la orden de retirada)
 A esta gente, la droga no le permitió drogarse bien.
"Artista de culto". Es muy cool mientras tengas futuro y seas joven. Pero si sos viejo, sos sólo viejo. Ojo... pero de culto.
 Todos somos boludos hasta que se demuestre lo contrario.
De tanto comer proteínas, me hago enzima.
Murió la carnada. Que en pez descanse.
Quiero comodidad pero no con Fort.
 "Un pequeño paso para el Wachiturro pero un gran asalto a la musicalidad"
Neil Armstrong me ofreció un cucurucho con una rara crema negra. -Qué es? le pregunté -Helado oscuro de la luna.
"Johnny tenía razón"
"Estamos bien en la CGT las 62 organizaciones".
Todos quieren llevar chismes al Polino propio.
¿Cómo tuiteo? 0800-TUNAHERMAENTROCUA.COM
Siempre es tarde para una siesta.
A ajo regalado no se le huelen los dientes.
El tenedor es la radiografía de la cuchara.
Escriban bien los tiempos de verbos, por favor. Con jugar no alcanza.
Escribir cuesta mucho menos que no hacerlo.
Me encantan las dudas porque tienen ese no se qué.
Con onda, todo. Sin onda y con guita, también.
Torcido como fan sacándose foto con su ídolo sentado.
La agachadita para ver de qué son los sanguches de miga, debería tener nombre.
El que abre puertas nunca será reconocido.
Sos tan ordinaria que no hay palabra que te de fina.
No se preocupen que cada vez que critico a alguien, tengo bien presente que soy uno de los autores del Ritual de la Banana. Para los capos.
Los monstruos de la industria discográfica devoran discos, no temas.
—Nena, no lo desprecies, ese muchacho es un buen partido... —Abuela, partido me dejo el ortSANTA MARIA MADRE DE DIOS RUEGA POR NOSOTR
Máxima, la reina consuerte.
Si es de campo, es detractor. 
Le caés bien cuando te favea tuits pavos.

martes, 20 de agosto de 2013

Mi teoría del Caso Rosado

Puedo estar equivocado, así que este post vale por charla de asado no vinculante. Además, apenas lo comenté en la web de un diario me lo reportaron y anularon por abuso, lo cual me lleva a darle más importancia y ponerlo acá, pese a que -insisto- yo no se la doy. Veamos:
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Todo tuitero que es CM maneja más de una cuenta y puede errar con cuál escribe. Más si trabaja (?) un feriado...
Así, el de @CasaRosadaAR escribió este tuit:
(nótese la coma después de un espacio y la falta de tilde). Al notar el moco lo borró, pero un hacker no anularía su propio sabotaje. Claro que la repercusión fue inevitable, dado que el tuit sigue viéndose en Favstar... así que la solución -para alguien de pocas luces- fue poner como excusa que hubo un hackeo, obviamente de "los otros", así que se decoró el sitio con fotos de Lanata y Clarín:
Así queda como si fuera un partido político, con sus simbologías y todo, error conceptual que dibuja al rival como lo ve su adversario, no como él mismo se mostraría. 
¿Cómo seguir? Se escribe algo que deje más groseramente claro el hackeo:
(lo cual no explica por qué no fue así de duro al principio ni por qué borró luego). Se cierra la cuenta (que no fue suspendida, sino cerrada, o sea: por quien la maneja), y por fin se denuncia oficialmente el ataque:
Nótese al centro del comunicado, otra vez el espacio ante la coma...
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Conclusiones
  1. Hay que elegir empleados por capacidad y no porque sea un sobrino comprometido con la causa o su amiga de buenas gomas. 
  2. Hubiera dejado mejor parado al gobierno, antes de cerrar la cuenta, tuitear que fue un error del CM (aún si fuera un hackeo real, cuya investigación seguiría su curso, para algo hay una SIDE) que toda esta denuncia tal como resultó.
  3. Escribir mal no es menor atentado que la discriminación (gordo chanta, negro de mierda... qué diferencia), y no lo digo por el horror de poner espacio antes de la coma sino por firmar -sin hackeo alguno- "Secretaria (sin tilde) de Información (bien) Publica (mal)".
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Elemental, mi querido guaso.
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viernes, 26 de julio de 2013

Afiches de campaña 2013

Las campañas ya no son lo que eran. Pero no sólo por la dirigencia: también por los publicistas. Parecería que no las consultaron con nadie, y que sobran asesores para todo menos para eso (o quizás los haya y ésta sea su calidad, en todos los temas, y por eso así estamos). En algunos casos de la oposición, hasta creería que los empleados de la agencia son oficialistas... Veamos algunos casos.
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Francisco de Narváez arrancó hace varios meses, planteando una dicotomía confusa: en algunas paredes no se entendía si lo había pintado una amante que no sabía a quién destinar su bala... Luego se supo quién andaba detrás de la campaña, que no dejó de resultar misógina. Porque el problema no serían los Jaime, De Vido, Rudy Ulloa, Moreno ni ningún otro de quienes le caen mal a la oposición: no serían "ellos", sino solamente "ella". Un mensaje poco racional servido en bandeja a un movimiento que si sabe responder en un terreno, es en el de lo emotivo.
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Ante la pelota picando de la oposición visceral, el oficialismo vio la oportunidad de gol y la mandó a la tribuna... ¿La propuesta es amar al odio? ¿Es acaso muy distinto a elegir el odio al amor? Incluso, si lo hubieran redactado mejor ¿no sería mejor elegir el amor y punto? O sea: ¿no es odio ubicar al otro en el bando del odio? Yo soy el bien, el otro es el mal... el imprescindible condimento religioso de todo movimiento nacional que apela al corazón más que a redactores con cabeza.
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Con la misma celeridad para imprimir sin releer que el Frente para la Victoria, Nueva Izquierda sacó un afiche que también deja dudas: ¿Por qué Alejandro Bodart quiere echarles tierra a los Qom? ¿Busca enterrarlos? ¿No sería mejor darles (devolverles) tierras? Tierras a los Qom y libros a los publicistas.
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Todo indicaría que se comunicaba mejor cuando no existía tanto licenciado en ciencias de la comunicación. Veamos si no, este confuso cartel que pregunta "¿Quién dice que la oposición no tiene un proyecto de país?" y parece responder: Patricia Bulrich. Claro, la piba cambió tantas veces de orilla que ya nada nos extrañaría. Si el subte no llega a tiempo, con suerte interpretamos lo que quiso transmitir.

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Como el tema es inagotable (no hablamos de spots, ni de algunos otros partidos, ni de campañas anteriores como la del Pro en 2007) cerraremos por ahora con un cartel de la diputada Viki Donda. En él muestra los tres principales "defectos" a los que oponerse: lo viejo, mentir y corromperse... ¿lo viejo? Sí. La discriminación antiviejo de una sociedad de consumo que apunta al público joven ha logrado estas cosas: que el joven se la haya creído, que la importancia de estar a la moda (y no obsoleto) sea indiscutible, y que se asuma naturalmente que todo lo anciano es una bosta que quitar del camino. Tenemos la base para la guerra del cerdo que escribiera Bioy Casares sembrada en lo más profundo del inconsciente, aunque en este caso -y por razones electorales- podrá decirse que la (por ahora) joven dirigente se refería sólo a "lo malo" de todo lo viejo, que es algo así como oponernos a "los negros" y aclarar, si nos apuran, que sólo nos referimos a los negros malos...
Ironía del destino, la tinta negra perdura en el tiempo mucho más que la roja a la que el sol desteñirá lentamente, para dejar negro sobre blanco cómo son o serán las cosas. Entonces la campaña 2013 será otra anécdota del pasado.

sábado, 20 de julio de 2013

Lo que mata es la amistad

Hay una elemental necesidad humana de comprender el entorno para sobrevivir y despejar la senda para avanzar. Una vez instaurada una herramienta tal como el lenguaje, todo se hace más fácil de clasificar y comprender. Mucho antes de lo que ahora entendemos por mundo "virtual", podíamos tratar cosas que no teníamos en la mano, idioma mediante. Condenar, maldecir, agradecer, curar, desentrañar, todo de cuerpo ausente. Las nuevas generaciones crecen en un mundo virtual tan grande que no notan su importancia: lo que tiene de construcción parece natural. Pero esto ya lo veníamos viviendo con el lenguaje. Llegamos a pensar que "primero fue el verbo" y luego se hizo carne. Todo un sistema de pensamiento se asentó de tal modo que se hizo tan imperceptible como el agua para el pez. Quien lo nota, sabe que la palabra nomina a la cosa. Quien no, las tiene por indivisibles.
La clasificación taxonómica ha permitido conocer mejor los reinos vivos: plantas, animales, etc. Pero en otros aspectos, el resultado de clasificar no es tan práctico, y fuerza a ajustar los elementos de la realidad a nuestras catalogaciones convencionales. Sobre todo, entre la más básica gente dicotómica (que puede ser rica o pobre, analfabeta o licenciada), que precisa dividir todo en blanco o negro, e insertar en esos casilleros las piezas como un bebé obstinado con un juguete de formas. "Si no estás conmigo, estás en mi contra", etc. Después de todo, aquel bebé confió en los modelos que le arrimaron de niño para que todo encaje, y aún sigue vivo dentro del adulto, como el anillo pequeño dentro del tronco del árbol.
Se forman así interesantes dilemas, enredos de este ovillo cultural. Un filósofo aún homocéntrico puede negar que haya caído un árbol allí donde un humano no lo vio, porque ha decretado que todo el mundo (la realidad) es sólo el mundo ajustable a sus entendederas (la verdad). Verdad y realidad son de hecho sinónimos en la vida cotidiana, y el místico será aquél que sospeche que debe haber algo que le escapa, algo que lo trasciende como ser limitado. Pero el impulso por hacer un herbario mental del cosmos y clasificarlo es tan fuerte, que no falta quien describa aquello que debería ser lo indescriptible, y así surgen debates religiosos que se irán retroalimentando sobre palabras tan adictivas como un Candy Crush, e igual de falsas.
Otras de estas pajas (así les digo por lo difícil de separarlas del trigo, no por lo que pensó algún lector, o sí, ya que también aplica) devienen en debates ideológicos. ¿Qué es un socialista, un reaccionario, un liberal? Si considero las ideas que originalmente fueron bautizadas así, tal vez debería llamar de ese modo a quienes las aplican y no a quienes dicen tenerlas. Claro que si es una palabra que designa a los miembros de un partido así registrado, el significado lo darían las acciones de quienes se apropiaron del nombre. ¿Era cristiano el que dijo "Amaos los unos a los otros" o los cristianos que en su nombre crearon la Inquisición? ¿Es de izquierda una izquierda con métodos de derecha? ¿Es liberal una dictadura militar? Antes que respondan: no me importa. Estoy ilustrando el papel en nuestra vida de las definiciones a través de la palabra.
Ni siquiera la libertad sexual ganada en estos tiempos escapa de este vicio. La idea sería amar libremente (y ahí habría otros debates: ¿qué es amar? ¿qué es la libertad?), pero en algunos casos parecería más importante la definición, saber en qué cajón guardar al otro: ¿sos hombre o sos mujer? ¿Te decían hombre pero peleás porque te digan mujer? ¿De qué lado de la puerta del placard estás? Y el placard en tanto se da por indiscutible, como si su presencia fuera más natural que el deseo mismo. Luchamos para ser libres y también reconocidos, que es tener nuestra propia carpeta del archivo donde ser clasificados. Estamos obligados a definirnos, porque la libertad la siente quien conoce los límites de su celda. 
Así llega cada 20 de julio la celebración (también convencional) del Día del Amigo: con una cantidad de personas molestas con esa palabra de definición difusa, que nos confunde respecto a lo que debemos hacer y con quiénes. ¿Quién es mi amigo? ¿Por qué aquél me llama amigo si para mí no lo es? ¿Por qué me obligan a saludar a los miembros de un club cuya lista no sé dónde termina? Con el día de la madre no hay tanta indisposición como con esta fecha, porque sabemos a quién se refiere la palabra madre, pero aún no nos pusimos de acuerdo con esta otra. Para mí un amigo podría ser todo aquél que sea capaz de donarme sangre. Para otro que sólo viva el presente, alguien a quien conoció ayer y del que se habrá desprendido en menos de 5 años. Todo es válido. El problema no es la amistad, sino la definición.
Para terminar todo este palabrerío sobre cómo nos gusta el mundo virtual de la palabra, le pido a Internet el recuerdo de lo dicho por un paisano, sin títulos universitarios, allá cuando el mundo era analógico y un amigo podía ser hasta un caballo sin whatsapp ni diccionario. Y a quien lo quiera, le deseo un feliz día, y a quien no lo quiera, le deseo un día infeliz, para que sea feliz... (¡Rayos, otra paradoja del lenguaje!)
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martes, 11 de junio de 2013

Hoy

Podés estar preocupado por los gastos del mes, soñar un laburo con menos laburo y un sueldo con más sueldo. Podés angustiarte por no tener auto o porque la casa no tiene garage, porque te salió un forúnculo en la pera o hay que arreglar un artefacto de la casa y no encontrás el repuesto. Podés creer que la felicidad llegará recién cuando logres ese viaje soñado y quizás así sea. Pero hay otra felicidad desapercibida, cotidiana, escondida en la aburrida rutina del suceso común y corriente. Esa que apenas consiste en que tus seres queridos hoy hayan regresado sanos y estén descansando en su casa. Tal vez esa satisfacción tan simple sea de las pocas fundamentales.

jueves, 30 de mayo de 2013

Nazi para tí

Más lejos va quedando la Segunda Guerra Mundial y más se van simplificando todos los fenómenos que la acompañaron. Toda la complejidad de la historia termina reducida a un loco que toma el poder de Alemania quién sabe cómo y se pone a hacer el mal, censurando, persiguiendo judíos e invadiendo países, hasta terminar vencido tras matar a millones de personas. Fin. En consecuencia, y por un proceso mental tan sencillo como inescrutable, todo lo que no es nazi es bueno, y todo lo malo es nazi. Es la vigente teoría de "un" demonio (hoy que está mal visto encontrarle un plural), pero adaptada a estos tiempos laicos, donde acusar de satánico al enemigo es menos anacrónico que declararlo nacional-socialista. O fascista, porque en el reduccionismo de marras todo es sinónimo mientras pertenezca al lado oscuro. Se'gual. Hay día y noche: si yo soy el día y  te creo distinto, sos la noche. Hereje. Nazi. Lo que sirva para desacreditarte, bah, aunque no seas hereje ni nazi.
El dicotomismo maniqueo no se extingue, se adapta camaleónicamente. Salem ya no busca brujas: busca nazis. Y que los hay, los hay, pero así como antes las antorchas no apuntaban a quien sacrificara niños invocando al diablo, sino a otros estorbos humanos a los que acusar de ello, ahora un Biondini puede volver de un asado con sus camaradas hitlerianos y oír al televisor decir que este gobierno (al cual detesta) es nazi, o leer en el diario a algún intelectual acusar de nazi a quien denuncie la corrupción gracias a una libertad de prensa que el nazi también detesta. 
 En tanto, todo lo malo del nazismo surge de actitudes que no inventó el siglo XX sino que la sociedad arrastra en su comportamiento como un resabio pleistocénico, difícil de erradicar en tanto no veamos allí el germen de futuros demonios por inventar (con nuevos nombres y aún declamándose en las antípodas del demonio anterior). En nombre del rabino que redujo los 10 mandamientos al solo mandato de amar, los que nacen inquisidores torturaron y mataron gente inocente por considerarse del partido del Maestro, por creer al distinto miembro del bando que lo torturó a aquél hasta la muerte. No vieron el mal en la tortura y la muerte sino en el otro, en el que no tiene el carnet de persona ideológicamente acertada que se hicieron ellos mismos, pues los mártires fundadores en cuyo nombre dicen obrar no están ahí para quitárselos y rajarlos a patadas. Caeríamos en el mismo error acusando de ser parte de la última dictadura a una rubia clase '90 o si quisiéramos hacer con sus personeros cuanto hicieron con nosotros. El querer tenerlos presos tras un juicio legal es lo que nos hace distintos y mejores, aunque no seamos puros.
A veces parecería que la única ley aprobada mancomunadamente por oficialistas y opositores es la de Godwin. Si a alguien le disgusta que el dinero que le entrega al Estado para mantención de escuelas y hospitales termine desviado por la corrupción hacia la mansión de un nuevo rico, puede ser solapadamente acusado de nazi por algún escaldo del gobierno que compare su conmoción con el antisemitismo que terminó matando a millones de judíos en Europa. Paralelamente, no tan inteligentes para encontrar el juego dialéctico que disimule la acusación, La Nación editorializa el peligro de que este gobierno que se cree tan socialista como nacional termine siendo nacional-socialista. Quiere advertir que el gobierno va hacia eso, como algo que sucede arriba, y olvida el papel del propio pueblo alemán en la construcción de semejante consecuencia lamentable. Sólo falta que nos pregunten: "¿Y vos, a qué nazi preferís, a papá gobierno o a mamá periodista?" Se nos está yendo un poco la mano a fuerza de polarización y simplificación, aunténticos peligros de repeticiones novedosamente maquilladas. Tampoco es una exclusividad nuestra: en EEUU acusan a la empresa JCPenney por una cafetera que ven parecida a Hitler. No sé si es nazi, pero es bastante pava.
Llegado un punto, ya ni sabemos de qué se trata ser nazi y qué es lo que tiene de malo, sólo que está mal. Así, un púber resentido puede volverse filonazi por pura reacción rebelde de sus hormonas y adherir al mismo partido que -en la Alemania de hace 70 años- lo hubiera eliminado por impuro indio sudaca. Y el vecino que quiere imponerle arbitrariamente sus antojos sonoros a la mayoría, puede victimizarse acusando de fascistas a quienes le piden respetar al resto, convencido de que la dictadura es censurar(lo) y nunca obligar, un individuo a la comunidad, a someterse a sus caprichos de macho alfa. La cosa es disparar más rápido que el otro nuestra ráfaga de palabras mágicas: ¡nazi! ¡facho! ¡vos sos la dictadura! Así, Cristina es nazi para un cacerolero que es nazi para un oficialista. ¿O será que este país es nazi? ¿O será que la culpa no es de Cristina ni de la cacerola, sino de una sociedad con mucho de pava?



sábado, 25 de mayo de 2013

Las nubes de mayo

Siempre atento a cosas de poca importancia -porque si tuvieran la que les doy, serían la principal nota de tapa en todos los medios- llego a este 25 de mayo con la cabeza en sucesos que no ocurren frente al Cabildo de Buenos Aires sino país adentro: ayer nomás, hace cuestión de horas, las fuerzas del Poder atacaron a la comunidad tonokote "Auqajkuna" en Santiago del Estero para la victoria de los intereses privados por sobre el monte nativo y sus pueblos originarios. Represión y balas de goma mediante, los uniformados pudieron reducir a los aborígenes que ocupaban y protegían unas tierras que los de arriba buscan expropiarles con dudosa legalidad y nula legitimidad. Hoy, mientras la gran mayoría celebraba en el centro porteño nuestro pan diario de emociones, las topadoras arrasaban con aquello que habían montado en la Argentina interior la naturaleza y sus hijos.
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En la misma semana habían sufrido también su ataque periódico los Qom del tan penetrado impenetrable chaqueño, cuya lista de asesinados se amplía en Chaco y Formosa desde tiempos inmemoriales. El artículo 75 de la Constitución mientras tanto sigue ahí, para tranquilidad de nuestras conciencias. El doble juego entre lo que hacemos y lo que creemos ser, entre la práctica cotidiana y la teoría que nos redime, entre los hechos y las palabras, la acción y el discurso, la historia y el relato... nos tiene así, mirando un horizonte promisorio para no ver dónde estamos pisando ahora mismo.
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Res non verba
No estamos escribiendo la historia. O dicho de otro modo: la historia no es esa que escribimos prolija y épicamente para nosotros y otros, sino aquella protagonizada por nuestros actos, más allá de la tinta empleada. Una historia que no cabe en el pasquín del autoelogio y nos incluye (re)escribiéndola, a pesar nuestro. Si tomásemos honesta conciencia de esa sutil diferencia entre nuestra verdad y la realidad que la trasciende, veríamos el plato de la balanza que negamos. La simbología de insultar la estatua de un Roca muerto, de sacar la de Colón de su sitio histórico tras la casa de gobierno, de cambiarle el nombre al  feriado del 12 de octubre, de quitar la primer sílaba al descubrimiento de América son como la foto del Che en el despacho del señor feudal, que actualizó su táctica para perpetuarse en el poder de siempre. En la realidad los aborígenes siguen siendo muertos y expulsados de su tierra hacia el conurbano de la miseria. Y aquella tierra dejada atrás, la patria que hoy vivamos, es la pachamama incubando soja e infectada de minería contaminante. Y los glóbulos que acuden a su defensa son reprimidos, como sucede en Famatina.
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¿La década engañada?
Nuestros gobiernos nunca se rodean de funcionarios que sepan avisar al rey su desnudez. Tampoco los buscan. Nuestro panorama político tiene menos análisis científico que fe religiosa. Si es por creer, suponemos por ejemplo que las inundaciones fueron un accidente y que se hará algo para que no se repitan. En los hechos, a días de una catástrofe sin cifra confiable de muertos, el Estado le quitó a la Reserva Natural Laguna de Rocha (un humedal que había regulado y evitado que en Esteban Echeverría las lluvias alcancen las graves consecuencias sufridas en partidos vecinos) 64 hectáreas para que dos clubes de fútbol realicen emprendimientos inmobiliarios. Se aprobaron más inundaciones para el futuro, pero tampoco es un tema que gane suficiente espacio en medios oficialistas ni opositores. Será que nuevamente le doy una importancia que no tiene.
Todas estas noticias son de mayo 2013. Ahora celebremos el mes de la patria.

martes, 14 de mayo de 2013

Quintín

Allá por los '70, entre las historietas de la última página del diario había una que era protagonizada por un haragán llamado Quintín García y su esposa Gertrudis, a quienes su autor Bob Weber había bautizado en su Norteamérica de origen Moose & Molly. En Argentina la tira se llamaba "Y ríase la gente", en referencia al famoso refrán de un poema de Góngora ("Ándeme yo caliente y ríase la gente").
Comparto algunas muestras de esta obra para quienes la añoran o no la conocen, dado que hallo poco y nada en la web. Click en las imágenes para ampliar.




 Más material en el blog de Arturo el despistado.






domingo, 12 de mayo de 2013

Así son ustedes

Como el niño que hace llorar a otro y se defiende ante el mayor a cargo diciendo "Él empezó primero", la versión adulta del mismo niño no muestra mayor madurez cuando se ataja de igual modo ante una acusación que lo involucre: rápidamente necesita encontrar a otro que haya cometido por lo menos el mismo delito, y si es el acusador, mejor. El inconveniente surge cuando al acusador no se le conoce mayor defecto, caso en el cual, se busca mentalmente a alguien criticable, se toma una coincidencia entre ambos que pueda ubicarlos en el mismo equipo, y se responde refiriendo al crimen del convenientemente convocado ausente, anteponiendo un cómodo "Ustedes". "Ustedes qué me acusan si quemaron a Juana de Arco", por ejemplo, si el que nos señala que entramos a la casa con excremento en la suela es inglés. Es la versión adulta del "espejito rebotín" infantil.
Por lo general, la generalización parece general. Un diálogo entre individuos se convierte de repente en una batalla entre grupos de interés, ante la sola pronunciación de esa palabra mágica: "ustedes". En el necio astuto es una estrategia. En el menos lúcido, una reacción. Es el caso de quien no se luce precisamente en comprensión de texto, defendiéndose incluso de cosas que no fueron las dichas, lo cual en una discusión verbal puede generar la confusión necesaria para huir entre la cortina de humo, pero en un debate escrito lo deja expuesto ante cualquier lector futuro que esté ajeno a los calores del momento y posea dos dedos de frente. Hoy lamentablemente, poco ayuda cierto vicio posmoderno de creer que pueden discutir en igualdad de condiciones la palabra ajena y la mía para describir lo que pienso yo mismo. Y si sumamos el éxito de toda mentira bien insistida, podemos trascender pegados a gente que nos es indeseable, sólo por un “ustedes” dicho por alguien con más poder.
El niño que cerraba los ojos para que el resto no lo vea, finalmente perfeccionó su treta repartiendo vendas al resto. No lo precisaría ante una acusación falsa, ya que no hace falta desviar la pelota cuando tenemos la verdad para atajarla. Aún así, ese es su modo de actuar, porque (desde que cerraba los ojos) cree que le da resultado. Remontándonos aún más en su tiempo, algo parece quedar de su placentera experiencia en la placenta, etapa durante la cual el mundo se dividía en “nosotros” (yo con mamá que me alimenta) y “ustedes” (el agresivo mundo exterior). Cierta visión dicotómica que separa al blanco del negro, sin grises (y sobre todo sin colores) lo deja a uno oportunamente en el lado correcto. En consecuencia, todo el que no está conmigo está en mi contra: en el homogéneo bando de mi oposición, del odio, del Mal. Y esos son “Ustedes”.
-Soy opositor porque no me gusta que me roben. -¡Ah, qué decís si USTEDES le robaron el oro a los incas!
-Soy oficialista porque ningún otro tiene huevos y un plan. -¡Lo mismo dijeron USTEDES cuando invadieron Polonia!
-Que tengas un feliz día, mi amor. -¡Sí, mucho ‘feliz día’ pero USTEDES después nos prenden fuego!
-Mañana cumplo años. -¡Uy cómo rompen con eso USTEDES las de tu signo!
En esta tenaz lucha contra los fantasmas, desde la trinchera no se distingue al individuo. Si pecasen de exagerados mis ejemplos, valga entonces el (mal) ejemplo de algún ministro acusado de corrupción, para quien sus críticos (año 2013) "son los mismos que vencieron en Pavón, los que nos llevaron a un conflicto fraticida con Paraguay, los que en 1820 contrataron (sic) el préstamo de la Baring Brothers, los que impulsaron la batalla de Caseros, los que llevaron a la catástrofe de fines del siglo XIX… los que derrocaron a Yrigoyen, los que impulsaron la década infame, los que formaron la Unión Democrática, que es tan destituyente como algunos sectores condenados por nuestro partido,... los mismos que bombardearon Plaza de Mayo en 1955 y los que desaparecieron a 30 mil personas”. Todo esto hicieron, para De Vido, quienes hoy dicen que el índice de la construcción bajó.
Tenemos entonces que los federales de Urquiza que vencieron en Caseros a Buenos Aires, son los mismos de Buenos Aires que vencieron en Pavón a los federales de Urquiza… entre otros absurdos reduccionismos, forzados para trasmitir un simple sofisma: que si un asesino que torturó repite tal mentira, quien repite tal mentira es un asesino que torturó. La utilidad de este tipo de falacias es que permite embolsar a cada opositor con "ustedes", los torturadores, cuyas cualidades son convenientemente transmisibles al resto, incluyendo a ese opositor que fue torturado durante la Dictadura y que podría correr al gobierno por izquierda, y ahora devenido en su propio torturador y más aún: negado por el oficialista defectuoso (aquél que le esconde al rey que está desnudo) de cuya visión, ese incómodo opositor está desaparecido.
Quisiera evitar, tanto que esta nota resulte una mera columna política por culpa del ejemplo final, como que se soslaye su objetivo de apuntar contra las generalizaciones de quienes creen que uno se llama Ustedes. Ojalá sirva el siguiente video para mi propósito. Pero no sé si voy a lograrlo: al fin y al cabo, malinterpretar todo es lo típico de ustedes, los lectores.

lunes, 22 de abril de 2013

Orquídeas: Qué ves cuando las ves

La orquídea abeja (Ophrys apifera) es una flor asiática
llamada así porque a cierta distancia parece tenerlas posadas
sin embargo, vista de cerca se vuelve mucho más simpática...
 
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Otra que parece salir de un dibujo animado es la siguiente
variante de Dendrobium capra, del Este de Java, similar a 
un hada con sombrero (todo puede parecer lo que no existe).
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Y si estamos en formas homínidas, la orquídea simio de
Europa (Orchis simia) es una de tantas que se asemejan
a nuestros primos primates (más precisamente al macho).
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No debe confundirse con la orquídea mono (Dracula gigas)
latinoamericana, género de terrorífico nombre, entre las que 
hay varias especies igualmente asombrosas. Y fotogénicas.
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Pero el reino vegetal no ceja en su imitación del animal (?):
la orquídea pato volador (Caleana major) intenta volar
más allá de su país exclusivo, Australia. Lo logra por correo...
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Igual deseo de volar muestra en Oriente la orquídea garza 
(Habenaria radiata), orgullo del Jardín Botánico en Hyōgo.
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Y más orgullo causa en América la flor del espíritu santo 
(Peristeria elata), con su título de "flor nacional" de Panamá.
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Sea una paloma blanca de la paz o simplemente una orquídea,
la naturaleza siempre nos bendice con su belleza.Y mientras 
la conservemos, siempre aportará también algo de asombro.
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