La neomarica y su cambio de género

El miércoles floreció en mi patio, y lo mismo hizo ese día en el jardín de Gabrielaa, amiga mía que este sábado marchó con orgullo en Buenos Aires. La fecha en que brotó importa porque su flor dura sólo un día, y como podrán apreciar, es muy bella. Este domingo, mientras leía los pormenores del gran suceso gay, volvió a dar otra flor mi ejemplar de planta argentina del género Neomarica.

Por error, suele creerse que es una orquídea, como le pasó hace exactos 5 meses a Témpera Mental en su jardín de invierno en Ushuaia. Lo cierto es que es una iridácea, o sea -en cristiano- un iris. Justamente el ser de esa familia hace que su floración sea así de efímera. En estado silvestre se la halla en lugares con sombra, floreciendo para estos días y formando grupos que avanzan sobre el suelo. El tallo parece una hoja más, e inclinándose sobre la tierra se apoya en ésta haciendo crecer de allí una nueva planta. Por esto también es que la falsa orquídea es llamada iris caminante. También se le dice sipura, y más comúnmente lirio de Misiones, pues es propia de allí y de Corrientes.
.
Un mero nombre científico debería simplificar todo, pero no. Históricamente fue Neomarica candida, pero de acuerdo a un post de 2003 en el sitio español Infojardin sería una N. northiana porque al centro tiene franjas en vez de puntos (en todo caso, no es N. gracilis, como erré en decirle a mi amiga Temperita). A esto le sumamos que pocos años después, por obra y gracia de los taxónomos, cambió de género: ya no es Neomarica sino Trimezia, y así figura en los libros "100 plantas argentinas" (2006), "100 flores argentinas" (2007) y "Guía de Flores Moconá - Misiones" (2009), las tres veces como T. candida y con fotos de ejemplares idénticos al mío. Ellos aclaran que hay 15 especies del género en América y África, pero sólo dos crecen en Argentina: T. candida y T. martii (amarilla). Aún así, los sitios del SIB y del Darwinion citan más, pero -a años luz de sus equivalentes del primer mundo- no ayudan a cerrar el debate.
.
Como sea, lo bueno es que nuestra trimezia está cobrando valor como ornamental, pese a no ser uno de esos otros lirios "mejorados" artificialmente. Y lo malo para mí podría ser que aquellos que se quieren reafirmar como machos, seguramente dirán que hacer un post sobre una flor es cosa de putos. O de neomaricas. En verdad, su juicio no me interesa, aunque para evitar confusiones debo contradecirlos. Quien me conozca, sabe que yo, atrapado en un cuerpo de hombre, soy un gliptodonte.
Macho.