Carteles para botar

Las elecciones pasaron y habrá que sacar toda la cartelería residual. Antes, pude captar estas imágenes. En la primera por ejemplo, lo tenemos al Alberto Rodríguez Saá ya disponible para lo que gusten mandar.

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La segunda foto es de libre interpretación: "Estamos todos locos: Argentina es de todos"; o "Estamoestosdos locos", o Pimpinela es la pareja de la imagen, o lo de los valores intactos es una locura, etc etc. De hecho la campaña ha sido un gran "elogio de la locura", desde el afiche de Carrió diciéndose loca, al spot televisivo de la presidente llamándose igual (y al que le respondió un bizarro video remitiendo a los locos Addams). Pensar que la campaña de Néstor había sido "un país en serio"...

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Esto me recuerda que (así como hace 4 años anticipé la separación Cristina-Cobos) ya el año pasado vislumbré que Ricardito quedaría muy afuera. Más acá en el tiempo, lo que vi durante las elecciones primarias fue la siguiente foto, pero la única razón por la que la posteo es por la gracia que me causó en la primera impresión, cuando creí ver que el gato Tom lo estaba mirando con ese gesto al Pino.

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OK, si no les parece ver eso, inténtelo por solidaridad conmigo. Peor si les digo que a la izquierda de esa foto y fuera de cuadro, veía un rostro formado por tres afiches superpuestos, como aquí les muestro. Más pior aún: creo ver otro gato dentro de la nariz...

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Pero ya, me fui de tema. Y lo que menos quiero es sembrar confusión política. Es que al final, yo también quedé loco ¿vieron? Soy argentino después de todo. Así que cerramos con una foto normal de campaña, sin nada que llame la atención:

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Bueno, excepto por mis hijas, que al ver este cartel recordaron un capítulo de "Las chicas superpoderosas" donde el alcalde de Saltadilla tenía un sello para imprimir besos en bebés durante la campaña.
No sé a quién sale haciendo esas relaciones.