Para no agotar a los googleadores que vienen en pos de porquerías distintas a las que ofrezco, ni a los lectores que dicen "sal" y piensan "pimienta"... esta vez hablaremos de sexo, sin trampas. Ni detalles, claro.
Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el tema, pero nunca se atrevió a preguntar... ya era conocido en sus puntos fundamentales por las damas de Neanderthal. Y del resto, se puede continuar no preguntando, gracias a la abundancia de material en Internet. Así que hoy nuestro servicio no pasará de echarnos unos párrafos. Y con vinculeos, claro.
Veamos unas recomendaciones. Lo primero: aminoren las búsquedas de contenido
XXX (que son infinitas), ya que
usar Google contamina, y no es poca cosa si ahora también sabemos que
la contaminación nos involuciona. Y como la
involución a su vez nos impide
avanzar en el disfrute, se hace necesario practicar
EcoSexo. Hasta la elección del profiláctico puede ser un tema
ecológico. Y económico, claro.
Por otra parte, sepan que al común de la gente le basta ver la
foto de alguien para saber si esa persona
está buena como para el amor eterno, o sólo para un "toco y me voy" (o para ninguna de esas cosas, opción que el
link no parece dar, escrito acaso por alguien que nunca rechaza un plato). Sea como fuere, el caso es que
se discrimina y... en general se acierta bastante, como al elegir los tomates del cajón. O las bananas, claro.
Sin embargo, los feos podemos apostar a las lindas, ya que según la ciencia son las
más infieles. Sólo sería cuestión de paciencia, total... el enamoramiento para con su actual pareja tiene una
duración limitada. Entonces, quien pueda, podrá conquistarlas, pero no por sus músculos, regalos o veleros, sino aplicándose en el estudio: el
mejor semen es el de los hombres inteligentes, así que ellos serán naturalmente buscados para perpetuar la especie por aquellas personas con intuición femenina. E inteligencia, claro.