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sábado, 15 de marzo de 2008

Santa Bernardina del Monte

Para ahorrar energía eléctrica, las autoridades de Santa Bernardina del Monte dispusieron que a la cero hora del día veinticinco los relojes se atrasaran una hora, pasando a marcar las veintitrés horas del día veinticuatro. De este modo la gente que tuviera que levantarse a la hora siete del día veinticinco no tendría que prender ninguna luz, ya que en realidad serían las ocho y el sol estaría ya en plena actividad.
Cuando llegó el momento -la cero hora del día veinticinco- la gente de Santa Bernardina del Monte, obediente como era, atrasó sus relojes una hora. Fueron entonces -o volvieron a ser- las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después, los relojes volvían a marcar la cero hora del día veinticinco. La gente de Santa Bernardina del Monte, obediente como era, atrasó sus relojes una hora. Volvieron a ser entonces las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después, los relojes volvían a marcar la cero hora del día veinticinco.

-¿Qué hago, mamá? -preguntó un joven- ¿atraso el reloj?
-Por supuesto, hijo: debemos ser respetuosos de las disposiciones de la autoridad - contestó la madre.
Todos los habitantes de Santa Bernardina del Monte obraron en consecuencia con ese precepto. Pero una hora después los relojes volvían a marcar la cero hora del día veinticinco. Nuevamente los pacíficos habitantes de Santa Bernardina del Monte atrasaron sus relojes una hora. Se pusieron entonces a esperar el transcurso de los sesenta minutos que faltaban para volver a atrasar los relojes. Pero algunos tenían sueño y se fueron a dormir, no sin antes dejar turnos establecidos de tal modo que siempre hubiera alguien despierto a la hora de atrasar el reloj.
A la mañana siguiente seguían siendo las veintitrés horas del día veinticuatro. Una hora después era la cero hora del día veinticinco, e inmediatamente después volvían a ser las veintitrés del día veinticuatro. Faltaban nueve horas para que abrieran las oficinas y los comercios. Una hora después faltaban ocho, pero en menos tiempo del que tardaba un gallo en cantar -y efectivamente había muchos gallos haciéndolo- volvían a faltar nueve.

Los habitantes de Santa Bernardina del Monte, de mantenerse este estado de cosas, habrían muerto de inanición. Sin embargo muy otra fue la causa de su muerte. Tres días después del cambio de hora, un funcionario del gobierno central que pasaba por el pueblo interpretó la actitud de los lugareños como huelga general por tiempo indeterminado, y dio parte de ello a sus superiores. Poco después, diez mil soldados entraron con helicópteros y tanques a Santa Bernardina, aniquilando a los insurrectos. Los relojes del pueblo, entonces, quedaron divididos en dos categorías: los que averiados por las balas, estaban clavados en una hora entre las veintitrés y las veinticuatro, y los que seguían marchando libremente, pudiendo llegar hasta más allá de la cero hora sin que nadie los tomara por las agujas para atrasarlos. De todos modos algunas horas después ellos solitos volvían a marcar las veintitrés, como si sintieran nostalgia de sus disciplinados dueños, que en paz descansen.

LEO MASLÍAH

22 comentarios:

Cale dijo...

Un cambio de horario, un pueblo condenado a repetir sus errores, un hombre dispuesto a todo...¡LA HORA MACABRA! ¿Estas dispuesto a vivir tu vida una y otra vez? Próximamente en las mejores salas.

Mar dijo...

"El día de la marmota", pero un poco más trágico, muy bueno.

(PD: Che cómo hacés para poner cursiva o negrita en los comments?)

Anónimo dijo...

Excelente relato.
Trajo a mi mente una extraña paradoja del tiempo:
* Un reloj parado, marca la hora exacta dos veces al día.
* Un reloj que atrasa una hora por día, marca la hora exacta cada 12 días.
* Un reloj que atrasa media hora por día, marca la hora exacta cada 24 días.
·
·
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* Un reloj que atrasa un minuto por día, marca la hora exacta cada 720 días.
* Un reloj perfecto (si es que algo así existiese) atrasado sólo un segundo, jamás tendría la hora correcta.
Podría hacer muchas reflexiones sobre este tema, pero no se me ocurre ninguna.

Anónimo dijo...

Estimado unservidor:
En un recuadro a la derecha de su blog, dice textualmente: "Pueden reproducirnos, sin lucro mediante, citando la fuente...".
O sea que ¿puedo copiar el contenido de su blog con sólo indicar que está escrito en Verdana, tamaño 7?
La verdad, es muy fácil. Muchas gracias.

Paula dijo...

Jajajja!!
tengo ese libro, uno de los mejores de Maslíah.
Me hace acordar en algo a "autopista del sur", de Cortázar.

Isabel chiara dijo...

Buenísimo el relato, es que no se puede hacer caso a la autoridad, que luego pasa lo que pasa...

unServidor dijo...

Cale: Juuaaaaaaaaaaaaaaaas!
Mar: Ya haré un post (vengo retrasado en la sección "Servicios") con algunos trucos, porque si los escribo acá, aparece el conejo en vez de el instructivo de magia... Igual, Rapote sabe.
Froi (azul): No puedo ser perfecto, a lo sumo me correré un segundo ¿sugiere que mejor pare el reloj? Mire que si quito la cuerda, queda la loca.
Froi (negro): Lo del lucro -de cualquier índole- sería igualmente válido.
Bater: Cortázar no es mal abrevadero (¿recordás el comentario que te hicieron alguna vez sobre Julito?)
Isabel: Cierto, y por no hacer caso también vienen Wacos... Es como el chiste de "Dunga-dunga o morir"...

Rapote dijo...

¡Pero que "zangüango" este Maslíah!

Saludos,
Rapote


PD: No entiendo la razón por la que, observando mi sempiterna firma en italic, jamás nunca preguntóme acerca del cómo...

Fla-q dijo...

clap-clap-clap!!!!

Anónimo dijo...

Que relato.. pero más que analizarlo, parace basado en la historia real. Cuando a principios de los 90's se vivió crisis con el Fenómeno del Niño, el presidente de entonces, César Gaviria, determino el retrasar el reloj para aprovechar al máximo la luz del día: la época de racionamiento. Estaba muy chica pero recuerdo que me tocaba levantarme más temprano de lo normal y que el transporte para ir al colegio pasaba a 5:00 cuando pasaba a las 6:00.. que crueldad. Afortunadamente, el clima se normalizo y el berraco Niño se dejo de majaderías... que atrasar el reloj era bien cansón cuenta mi mamá. Así que este relato, de fantasioso mmm... el final!

Me gusto bastante la historia!!

Saludos.

Pd: Gracias por el comentario que me dejaste.

unServidor dijo...

Rapote: Italic, Negrita y con hipervínculo... ¿qué clase de pareja es la suya con Mar, que no hablan de html?
XD
Fla-q: Con ese avatar, no puedo imaginarla de otro ánimo...
=P
Mapim: Esto es común acá abajo, de hecho fue posteado mientras adelantábamos relojes que atrasamos hace unos meses (y que habría que adelantar aún más si hiciéramos justicia con la mayor parte del territorio). Para colmo, la eficacia del método para ahorrar energía no ha sido en este caso comprobada fehacientemente.
;)

Chap! dijo...

Qué grande Maslíah.

Y a Cortázar mejor ni regalarle un reloj. Es decir, no regalarle un Cortázar al reloj.

Mar dijo...

Gracias. Si ya recibí los retos de rigor por no ir con la fuente ;-)

ani. dijo...

Fina ironía. Parece que lo hubiera escrito a medida para nosotros.
Salute!

El Profe dijo...

Unservidor ¡Qué relato! ¡Qué hallazgo! Está hecho a la medida de la situación que nos acomete. Me imaginaba haciendo lo mismo, porque por u momento a las 00:00 Se me cruzó volver a las 23:00 pero después me di cuenta de que iba a ser una hiostoria de nunca acabar. :D

Nadia dijo...

Excelente relato. La obediencia eterna y sus tristes consecuencias.
Saludos!

Fabián Aimar (faBio) dijo...

el relato buenisimo... me ha dado cada idea!
saludos
faBio

Grace® dijo...

Juassssssssssss buenísimo y cuanta doble lectura admite. A propósito, anoche en mi casa, todos preguntaron más o menos unas 10 veces cada uno..¿ qué hacemos con el reloj al final, adelantamos ó atrasamos? jajaja, es que nosotros somos obedientes con las disposiciones oficiales, vió?.
Saludos y buena mini semana!

Rapote dijo...

Cuenta la leyenda que las autoridades de Santa Bernardina del Monte, a raíz de los sucesos acaecidos, aviváronse y a partir de aquél aciago día transmiten el atraso de hora de la siguiente manera:

"-A partir de las cero horas del día veinticinco del corriente, los ciudadanos deberán atrasar sus relojes una hora y sólo una vez. Repetimos: Sólo una vez, sin volver a tocar sus relojes hasta nuevo aviso..."

Saludos,
Rapote

Monica dijo...

AHHHHH era por eso ???ya me parecía que llegaba temprano a todos lados.
Soy una insurrecta !!!! vendrán por mí !!!! me parece que mejor escondo todos los relojes de la casa que son muchos, porque los colecciono.
Porfi Selecc, tenés lugar en tu casa ??? los puedo esconder ahí ???
estoy anodadada....te dejo...nos vemos luego...pero mirá vos...era por eso....que barbaridad !!!
Besotes amigo

Anónimo dijo...

En serio todavía deben hacer eso? anda Mr. S.. la verdad pensé que eso solo había ocurrido aquí y en esa época. Que vainas!! Y lo que menciones con respecto a la eficacia... aún hoy pregunto a ver si sirvió de algo! Ojalá logren resolver eso, debe ser cansón saber que vives en la repiticón constante!

Saludos

Chango Glamour dijo...

no entendi muy bien el texto pero algo me huele un poco mal como cuando el partido oficialista dijo que se podía ir a votar por la oposición en las elecciones del próximo 30 de febrero.
Un saludo