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sábado, 12 de abril de 2008

Un gargajo en la escena del robo

Decían de Atila que, por donde él pasaba, no volvía a crecer el pasto. Aquellos bárbaros, amigos de hacerse con lo bueno del camino y dejar a cambio sus excrecencias, no tardaron en desparramar su descendencia por toda Europa, desde donde siglos después vendrían los barcos que harían lo mismo en América. Y de la mezcla de nietos del viejo mundo mamuticida y nietos del nuevo mundo gliptodonticida, todos con la misma humanidad en sus genes, estamos aquí y ahora, nosotros.

Aunque hoy todo se presente distinto, no han mutado tanto nuestros genes. Las noticias policiales son similares en distantes puntos del mundo, con mínimas variantes según la densidad poblacional del lugar de los hechos. Hoy parecen un ideal de país aquellos de pasado vikingo, y bracean en la pobreza los hijos del Tahuantinsuyu donde no había desocupación ni inválidos sin comida. Pero como ya va siendo mi estilo, este largo prólogo no es el tema del que quiero hablar, sino otro más breve.
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Los tiempos actuales han parido y consolidado este fenómeno del Turismo moderno. Como con las malezas o la tecnología, estas cosas van surgiendo casi desapercibidas hasta que ya están y su finalidad supuesta dista de su presente fáctico. Mientras tanto, nosotros seguimos siendo las personas palpables del mundo material y no la humanidad ideal del sueño platónico. Dicho a mi parecer lo suficiente, IRÉ AL PUNTO.

Me pudren soberanamente las pelotas dos tipos de turista, que bien pueden aunarse en un mismo individuo (egoísta, impune, ignorante o imbécil). Uno es el que no puede retirarse de un sitio sin quitarle algún mechón: desde una simple toalla de hotel a una punta de flecha de tribus antes aniquiladas por sus bisabuelos; desde una irrecuperable piedra fosilizada hasta una flor que –sin haber sido polinizada- morirá en un tacho de basura. Algunos sabios han vencido, gracias a la fotografía o la memoria, esa pulsión de volver de un viaje de placer con alguna cornamenta.
Otro es el que siente el deber de dejar su marca, como un perro que orina cada poste pero con indeleble, y se traslada con su otro tacho, el de pintura, para dejar su “Chicho estubo acá” en un paisaje, o sus pañales descartables al costado de la ruta, cuando no sus ex-mascotas. Como quien talla árboles centenarios con textos que ni retrocederá a releer ni al resto importan, creen que su grito -vaya ingenuidad- puede embellecer al silencio. Nunca notarán que la bolsa de nylon que se les pegotea en las pantorrillas al entrar al mar, es simplemente... su propio eco.

25 comentarios:

unServidor dijo...

La foto la saqué en Lago Puelo durante mis vacaciones, e iba a ilustrar otro post sobre la FUNCION de los Parques Nacionales, pero que estoy posponiendo demasiado y al cual no le faltarán alternativas gráficas.
Tiene su semejanza a otra que publiqué en su momento, sacada a más de 1.700 kmts en este mismo verano.

MariaCe dijo...

Hola unSer. Le dejo mi comentario aquí por dos razones. Una, porque supe que se anduvo quejando de que yo no le pasaba por el blog, y no es verdad. Que no comente no quiere decir que no pase.
Segundo, lo dejo especialmente acá por el tema que ha tocado es un punto al que yo también soy sensible. Parece que al hijo de vecino común y corriente le cuesta mantenerse sólo como testigo de la belleza. Me tienen podrida los que se van al medio del monte pero se llevan la ciudad puesta, y andan con la música a todo volumen o dejando basura por cualquier parte o leñando o escribiendo rocas o practicando tiro a la liebre o te mato esta araña porque es grandota y me da miedito, o me llevo este lagartito que será una mascota bárbara, o me llevo este cacho de vasija funeraria para impresionar a mi cuñado, siempre dejando una huella de su paso, tal como dijo usted, como si creyeran que detrás de ellos anda algún ser invisible arreglando el mundo que ellos destrozan. Ahhhhhhhh ya me volví a enojar. Beso Unser.

Paula dijo...

Yo: - Los turistas bochincheros me hirven la sangre, loco.
Ella: - ¿Qué?
Yo: - Que no se puede creer el ruido que hay.
Ella: - Pará que no se escucha nada!! QUE QUE????
Yo: - QUE PARECE MENTIRA, PLENO LAGO FAGNANO, SEMEJANTE PELOTUDO CON VICENTICO AL PALO, ESO DECÍA!!!

El turista ruidoso. NO LO SOPORTO. Callate, turista. Metete el mp3 en el ojete, apagá el stereo, no grites como si te estuvieran destripando, no ves que además hay eco???? es una montaña, los cóndores van a quedar estériles si gritás, las grullas no van a venir más, por qué te pensás que se fueron los flamencos? eh? eh? NI LAS GALLINAS VAN A QUEDAR!

Perdón, pero el tema "turista pelotudo" me saca. Mucho.

unServidor dijo...

María Ce: Una... ¡tiene ud razón! (pero no era queja, era provocación)... jajajaja.
Y segundo, en la ciudad ¿tendrán detrás siempre a la vieja juntándole las carilinas usadas del piso? Tu enojo es el mío.
;-D
Bater: A veces planeo Comandos Paraguardaparques...
XºP

Anónimo dijo...

Claro... la foto primero publicado recuerdo que la rta era acerca de la posibilidad de disfrutar aqui en Colombia del mar. Pero como esto no va al caso, pues escribo que la descripción de estos tipos de turistas me ha dejado perpleja: son tan comunes que hace que uno les ignore, ya dire yo.

Hace un tiempo ya visite con mi familia un el Parque Tayrona (reserva del país) y como es montaña hay que caminar un montón para llegar al mar: nunca faltaron en el trayecto los que recogían algo para "el recuerdo"... da dolor.

Buena entrada!!

Saludos.

Pd. por cierto... ¿qué parte del aviso se hace difícil de entender? el rojo más brillante no puede ser!! ;)

ani. dijo...

Buenasss. Ha tocado ud. un punto particularmente doloroso. Me desagradan tanto como al resto de su bloguencia esa clase de visitantes, siempre dispuestos a dejar su marca doquiera que vayan, con absoluta soberbia.
Tanta soberbia como para creer que los humanos podemos dominarlo todo, pisarlo todo, someter a todo y modificarlo sin consecuencias. Pacha Mama siempre se encarga de poner los puntos sopapeándonos impiadosamente (no hay nada parecido a la justicia en la naturaleza, no?) De todos modos, no creo que este maltratado planeta llegue a un punto realmente crítico. Antes se deshará de la especie que como una infección lo está devastando, y luego seguirá tan campante. Ya lo ha hecho antes...

Anónimo dijo...

Yo cumplo mis promesas UnSer, igual que MaríaC.
A mí me saca la gente que tira mugre por la ventanilla del auto en plena ruta, o los que tiran las cascaras de naranja en el piso "Total es biodegradable, loco" ¿Y qué carajo tiene que ver? Yo vengo atrás tuyo y no me interesa ver qué comiste!!

Voy seguido a El Bolsón, y siempre que veo ese cartel me hace mucha gracia, más lejos hay playas más lindas; pero la gente se amontona alrededor del cartel!!!

Anónimo dijo...

Totalmente cierto. La irritación suya y la del resto. Lo de los restos de comida, papeles, botellas y pañales en escenarios nautales, me empuja a las profundidades de la ira, con la siguiente sensación de inadecuación de los que me dicen..."bueno, che, estás de vacaciones, para qué te hacés problemas?" AGHHHHHHH!!!

Isabel chiara dijo...

- Papá, qué hago con la bolsa de papas fritas?
- Coño, tirala allá..., estos pelotudos, mucho parque nacional, reserva de la biosfera y patrimonio de la humanidad y no ponen ni una simple papelera... Políticos...

Así son los capullos, algunos turistas, en todas las partes del mundo, abren la boca cuando el que escucha es el silencio.

Me joden especialmente los que recogen cuanto papelito ven (folletos, tarjetas de depuradoras, hojitas volantes del concierto en a iglesia...), llenan la bolsa, y al tercer día los tiran por la ventanilla del coche decorando la calzada, sosa de tanto gris.

guadis! dijo...

Concuerdo... odio a la gente que necesita dejar su impronta por acada lugar en el que está, arruinando paisajes, ómnibus, aviones, puertas de baños, etc...

Rapote dijo...

Rapote estuvo aquí

The Bug dijo...

Un Servidor: acá estoy comentando.
Eso sí, como te adelantaba por mail, no sé que diantres decir.
Por favor, a ver, alguien que me sople algo!!!

ani. dijo...

(Psss, the bug: diga "qué atropello!!", eso siempre queda bien, vio)

Anónimo dijo...

Si, en realidad, odio a toda clase de turista, incluso a mi misma cuando me voy a algun lugar, todos nos transformamos inmediatamente cuando viajamos, nos convertimos en "turistas", como un raza aparte...
Y eso de robarse "cositas" de los hoteles solo se justifica en los albergues transitorios, nada mas.

Grace® dijo...

Ahh el turista es un sindrome que dura entre 15 días y 3 meses, lapso durante el cual se cometerá cualquier cantidad de tropelías que equivocadamente el paciente sentirá cercano a la felicidad. La sustracción de elementos decorativos, nativos y no tanto serán cuasi compulsivos pudiendo ser de moderados a agudos. Padecen también ceguera aguda lo que les impide leer carteles e indicaciones de los lugares visitados, además de, la carencia crónica de respetar al prójimo.
Se busca cura y/o antídoto pero por el momento no se ha hallado ninguna panacea.
Abrazo y Beso Servidor!

El Profe dijo...

Esto si que me molesta, y mucho... no se puede creer como la gente destruye, rompe e irrumpe. Lo peor es que algunos vuelven al año siguiente y reclaman: ¡Esto es un basural! Es una locura.

En fin...

Un abrazo Unser

Chango Glamour dijo...

Generalmente frecuento lugares que no son tan masivos pero siempre que paso por un lugar un poco más popular me doy cuenta de que hay un tipo de turista que odio cuando voy de vacaciones: el otro turista. Quiero estar totalmente solo con mi familia disfrutando del silencio y la naturaleza. Si ustedes estuviesen allí, no tendría problema en matarlos a todos.

Chango Glamour en modo D'elia Tours.

El Señor F. dijo...

increíbles las fotos del post anterior. y muy creíble la de este.

Vill Gates dijo...

Vill Gates TAMBIEN estuvo acá

Ah, y te dejo las cáscaras de mandarina también.

Cale dijo...

El carácter predador de los turistas es insufrible, si uno busca entre las fotos que tiene de sus vacaciones trístemente se dará cuenta que están manchadas de anónimos que dejaron mensajes en cuanta superficie estuvo a distancia de escritura.
Y no estoy hablando de la 'mancha' en el paisaje (que merece otro análisis), me refiero a la necesidad de destrucción que tiene mucha gente con su entorno. Esa mala educación, esa indiferencia por 'lo que no es mio', esa falta de respeto por todo...esa falta de sentido común.
Simplemente inexplicable.


Y ya me calenté!

unServidor dijo...

Mapim: ¿dónde tendrán ahora esos souvenires?
Ani: Lástima que en su suicidio la humanidad arrastre especies inocentes.
Pablo: Lo lindo va quedando cada vez más lejos.
Claudia: "Pero no seas intolerante, estamos en democracia"... ¿?
Isa: Los que entierran la yerba mate en la arena con tal de no llevarla, TAL VEZ usarían el tacho de haber uno (aunque sea para probar puntería) pero así, hallan excusa para autoindultarse.
Guadis: Los baños públicos ya dan para otra entrada...
Rapote: juaaaaaaaaaaaaas.
Bug: Tiene razón ¡un atropello! (Ani, a dirección)...
laRubia: Bueno, es que el shampú y el peinecito está entre lo pagado...
Grace: ¿será sólo ese período el que usan para olvidarse del prójimo?
Profe: Es como los que no juntan lo de sus perros, y cuando pisan mierda protestan más que ninguno.
Chango: Ud necesita unas vacaciones...
Señor F: Bienvenido a este sitio selecto. Puede dejar su comentario en el casillero correspondiente.
Vill: No seas vil...
Cale: Me recuerda "el zapato" de Capilla del Monte... ya no le caben más pintadas, están una sobre otra. Pero lo peor en Yavi (Jujuy): indeleble sobre pinturas rupestres ¡y ahora me calenté yo!

ani. dijo...

Disculpe, don servi, no volverá a pasar, le pertenezco...
Cale dio en el blanco. Me parece que ahí va la cosa, en "lo que no es mío". Por desgracia, pareciera que la Naturaleza, lo que nos roeda, no nos perteneciera... con todas las responsabilidades que la posesión implica. Nos pertenece y le pertenecemos, esa es la única realidad, pero actuamos como si no formáramos parte, vamos por allí al mejor estilo Atila... y sin hacernos cargo de todo lo que ya hemos perdido y seguiremos perdiendo.
"Para el que mira sin ver, la tierra es tierra nomás" (Don Ata)

Mar dijo...

No solo hay que ser buen turista y cuando uno está rodeado de naturaleza, también hay que ser buen vecino y ciudadano acá en el centro, sin tirar los papelitos a la calle, ni los chicles ni las latas, digo yo, tanto cuesta tirar el boleto dentro de la cartera o en el bolsillo del pantalón hasta que lleguemos a casa o a un tacho cercano?. (Los viernes hago recolección de basura en mi cartera, es increíble la cantidad de papelitos que se juntan y pensar que muchos los tiran en la calle).

unServidor dijo...

Ani: Usted es sabia. Siempre tendremos más derechos que deberes; es lo más cómodo.

Mar: Como ud dice, la gente tiende a quitarse la escoria de encima, y con tal de no esperar a las 20hs sacan su basura a la calle a pudrirse al sol. Es negar la basura propia. Y no saber convertir la interior en abono de jardines.

Apalabrada dijo...

Y si, son los que tocan la pintura recien pintada o dejan la huella de su pie en el cemento.GRRR