Zapostazo

Y sí; es lógico que hablemos de ésto, y que el momento sea éste, pues un par de zapatos no son lo mismo que un par de torres. Aunque cuesten menos y sean más sanos que el terrorismo, tienen eso de lo "efímero", y resultan leves, sobre todo en vuelo. Sin embargo, todos quienes siempre quisieron ver al coyote comerse al correcaminos hubieran gustado de que al menos diese en el blanco. En el blanquito ese de Bush, cuyo carácter esquivo evitó el golpe en Irak.

Una pena que allí no tengan una buena industria del borceguí. De todos modos, las oprimidas masas de los descalz... desclasados ya están preparando regalos para Muntadar al-Zeidi, quien está detenido pero no oprimido (al menos de los pies): tanto para él como para sus admiradoras. Agradezcamos de todos modos que ya no usan aquel otro de "Las mil y una noches". Y bien que el yankie se mandó las mil y una... ¿no, che?

El tema es que los de Seguridad no olieron las armas bacteriológicas sobre las que se afirmaba el hombre, cuyas emanaciones alcanzaron al mandatario. Entonces, pensando que: si así "besan" los musulmanes a su libertador... ¡qué clase de mimos propinarán a sus mujeres! se dijeron "Zapatero, a tus zapatos" y se arrojaron a defender la condición femenina en medio oriente. Lo curioso es que el tipo no estaba "calzado", como para que le dejaran los huesos rotos y el ojo casi igual al de aquél otro irakí, Nippur de Lagash.

Bush después se sentía el príncipe de la cenicienta cuando ella abandonó el palacio arrastrada por roedores para volver a dedicarse a barrer cenizas. Observó si podía quedarse los zapatos pero no le iban: eran número 10... puntos. Y el Islam festejó la religiosidad que implicaba dar al César lo que es del César: un mensaje para que cesara. Claro que `Isà proponía arrojar monedazos, pero con la crisis y la guerra... ustedes entienden.

El par amerita un futuro de pieza de Museo, o de "calzado sagrado" como el de Brian, pero sospecho que a esta altura es un zapato roto, porque Zapata si no la gana la empata. Pero bien: mientras esperamos las declaraciones de Zapatero, ya se cuentan en la red varios juegos inspirados en el suceso: uno, dos, tres, cuatro, cinco ... y hasta alguno republicano donde atacar el zapato ¡a los tiros!

Apremiado por la situación, adelantaré esta vez mi post lúdico como una excepción, y les dejo el siguiente:

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Va dedicado a: el gaucho Santillán, el chango Glamour, y a Milenius.

Ahora a todos: ¿Quiénes son los tres primeros de tu lista de gente a zapatearle encima?