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miércoles, 20 de octubre de 2010

Diosa infernal

En Babilonia, Ereshkigal era la señora de la esterilidad y de la muerte. Obviamente, no tenía buenas migas con la diosa del amor, Ishtar, quien una vez bajó al inframundo para hacerle... la guerra. Ereshkigal se asustó pero logró vencerla. Sin embargo, Ishtar se le escapó cuando vio a su carcelera apasionadamente distraída con... un eunuco. Claro, suena lógico siendo diosa de la infecundidad, semejante atracción. El caso es que así parecen sucederse las estaciones agrícolas, como una constante reposición en cartelera de esta lucha en el lodo entre ambas diosas.
Por otro lado, quien realmente le movía el piso a la diosa de la muerte era Nergal, dios de las pestes, que pertenecía a la Asamblea de los Dioses. Al parecer, algún tiroteo esporádico tenían, pero ella no lograba retenerlo. Al menos, eso se rumoreaba. El caso es que una vez Nergal no saludó a un enviado de ella como estipulaba el protocolo, así que Ereshkigal exigió a la Asamblea que se lo envíen a rendir cuentas. Los dioses aceptaron de buen gusto despachar al colega mal educado, quien furioso debió ir hasta el mundo subterráneo. Allí, la agarró de los pelos (no tenía modales, efectivamente), y -cuando iba a acuchillarla- ella le pidió clemencia ofreciéndole sabiduría y matrimonio para gobernar sobre los muertos en calidad de esposo suyo. Como suele pasar en estos casos, se salió con la suya y él aceptó. De tanto seguir la muerte a las enfermedades, parece que ya son pareja.
Mientras tanto ¿Qué fue de la vida de Ishtar, diosa del amor? Ah sí, los asirios la harían diosa de la guerra, y en su nombre se coronarían reyes históricos como Asurnasirpal II, famoso por amputar prisioneros y desollarlos vivos. Parece que la Inquisición sucesora del pobre Cristo que dijo "Amaos los unos a los otros" no fue tan original después de todo.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

ya en esos tiempos había quilombos de amor y odios varios.

OPin dijo...

Yo leo y digo, bueno, Megan Fox. En el camino me plateo que ya estoy medio grandecito para la Megan y visualizo a Angelina Jolie, pero no me alcanza. Contando mis años (y el buen gusto que tengo) decido que seguramente el amigo unSer posteó algo de Michel Pfeiffer.
No?
Bueno. Pero de ahí a mandarme a la época en que nacia Babilonia hay un buen trecho.
Digo, ¿no será que a unSer le gustan los títulos tramposos?.
Un abrazo.

Rapote dijo...

Suscribo casi al 100% el comentario de OPin.

Yo leí el título y vine corriendo a ver una foto de la Escudero, o de alguna otra morocha infernal...

Y bueh, nos mató con estas deidades negativas...

;) Rapote

El Gaucho Santillán dijo...

Tenemos la idea fija.

Viene al palo, pensando en una minosca sin corpiño.

Pero era Ishtar.

Sì. sì, es mucho mas intelectual, pero yo querìa a , por lo menos, Marìa Kodama en lingerie.


Saludos

Pazcual dijo...

Bueno, los dioses siempre son más complicados que las mujeres. Ah no espere, que los dioses de aquí son mujeres...

Saludos,

Paz

Zippo dijo...

Al final, las vidas de las deidades eran como el teleteatro de la tarde de antaño.
¡Vieja, poné el agua pal mate que se viene la visita de Nergal a las cuevas de Ereshkigal!

unServidor dijo...

Juliano: Y sí... Era la novela de la tarde.
:P

Opin: Me gustan los títulos tramposos. Bah, habría que ver si la trampa está en el título o en el ojo del lector y su cabecita...
:P

Rapote: Es mi táctica para devolver a los alumnos rateados a la escuela.
:P

Gaucho: Lo único que se me ocurre para que se vaya de leer sobre Ishtar con la imagen de una belleza en su retina, es una foto de Isabelle Adjani, que protagonizó la película homónima.

Pazcual: Divina complicación.

Zippo: Usted lo ha dicho, señor.